El pasado jueves Pep Guardiola y Cristina Serra sorprendían casándose por lo civil en el Ayuntamiento de Matadepera (Barcelona), después de dos décadas de noviazgo y tres hijos en común. Un enlace que parecía para ellos más bien un mero trámite, ya que acudían vestidos de sport y acompañados tan sólo por sus hijos, Maria, Mario y Valentina, y sus respectivos padres y todo apuntaba a que no habría una gran celebración después, pero finalmente el exentrenador del FC Barcelona, que actualmente está en el Bayern de Munich y su mujer sí lo celebraron por todo lo alto.
Tras darse el “sí, quiero”, la pareja puso rumbo a Marrakech, en Marruecos, junto con su famita y un grupo de amigos para celebrar allí su enlace. Según el programa de radio Fricandó matiner de RAC 105, el técnico viajó con sus invitados, entre los que se encontraban algunos rostros conocidos del Barça, en un avión privado el viernes y la fiesta fue el sábado.
Pep guarda un gran recuerdo de esta ciudad, ya que allí ganó el mundial de clubes con el Bayern, aunque según apuntan algunos medios las celebraciones no acaban aquí, ya que dicen que podría haber otra en Barcelona, sus ciudad natal.
Pocos detalles se conocen de esta fiesta en Marruecos, sólo que el domingo, los recién casados aterrizaban en el aeropuerto de Barcelona acompañados por sus hijos. Todos iban vestidos de sport, aunque Cristina bajaba del avión con unas altas sandalias de tacón en beige y negro, los niños iban con pantalón corto y Pep con chinos de color beige y una camiseta verde. El entrenador, a quien estamos acostumbrados a ver siempre serio en el campo, mostró su lado más paternal llevando, además de una maleta de mano, un estuche rosa y un cuento de Princesas, seguramente de la más pequeña de sus hijas.
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