Hasta ahora habíamos visto fotografías de Kim Kardashian y Kanye West ya convertidos en marido y mujer y hoy, por fin, podemos ver a los novios en el momento del “sí, quiero” que se han dado este fin de semana en una boda a su altura, con lujo y más de una extravagancia, en la fortaleza florentina de Belvedere.
Después de muchas semanas de incógnitas sobre el enlace y sobre cuál era el diseñador elegido para el gran día, salió a la luz que el vestido era de Givenchy Alta Costura de color blanco, con corte sirena, espalda abierta, manga larga y aplicaciones de encaje. Un vestido con el que Kim lució sus exuberantes curvas y que ahora podemos ver con detalle, ya que ha compartido estas imágenes en las redes sociales.
Para completar su estilismo nupcial llevó un largo velo, también con encaje, el pelo suelto y el maquillaje como el que estamos acostumbrados a ver en ella, con los ojos y pestañas muy marcados y los labios color nude. La firma francesa Givenchy también fue la elegida por el novio y por su hija, North, que ya tiene 11 meses.
Sus hermanas, Kourtney, Khloe, Kendall y Kylie, que ejercieron de damas de honor, también optaron por el color blanco, aunque el diseño de lso evstidos no era el mismo, y en la imagen también se puede ver a la pequeña North de blanco, viendo desde los brazos de su abuela, Kris Jenner, como se casaban sus padres.
Y así, con el color blanco por bandera y rodeados de flores han visto cumplido su sueño y su alegría, que queda plasmada en el romántico primer beso que protagonizaron ante todos sus invitados.
Muchos vestidos blancos ha lucido Kim Kardashian en estos días, aunque el que recordará con un cariño especial es este, con el que pronunció el “sí, quiero”. De blanco también estuvo en las celebraciones prenupciales que tuvieron lugar en París, con un amplio escote y luciendo pierna, y también hemos podido verla vestida de novia en la portada de una publicación, antes de su boda, pero que nada tienen que ver con el que elgió finalmente, mucho más sobrio. Nada que ver con el vestido con el que se casó por primera vez, con Kris Humphries, palabra de honor y con una falda muy vaporosa. Un vestido que seguro que querrá olvidar, ya que su matrimonio duró sólo 72 días.
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