Si en Madrid estaban todas las miradas puestas en el tenis, en Barcelona la atención estaba en la carretera. El campeonato de Fórmula 1 ha recalado en Montmeló donde se han medido los mejores pilotos del mundo, en una cita más con la velocidad. El Grand Prix de Barcelona comenzó con un sentido recuerdo y homenaje a Michael Schumacher, que permanece en coma desde finales del mes de diciembre debido a un accidente de esquí. Los pilotos se subieron a varios coches de época, cada uno con su nombre, para hacer un recorrido por el circuito y luego, los miembros de su antiguo equipo, Ferrari, posaron con un cartel en el que se podía leer: “Recordando tu victoria con nosotros #forza Michael”.
Entre los pilotos nuestro representante Fernando Alonso, concentrado antes de la gran carrera y con uno de sus mejores apoyos esperándole en boxes. Su novia Dasha Kapustina se ha convertido en su mejor talismán y viaja con él por los circuitos de todo el mundo. La modelo se mantiene en un discreto segundo plano mientras el asturiano se vuelca en lograr ser el más rápido y aprovecha sus viajes para conocer las ciudades por las que pasan. Desde que comenzaron su relación, hace casi dos años, se han vuelto inseparables tal y como demuestran las imágenes.
En esta ocasión no pudieron celebrar el triunfo de Alonso como el año pasado (fue en el circuito donde ganó su último Gran Premio), ya que fueron Hamilton y Rosberg, ambos del equipo Mercedes, quienes se hicieron con el oro y la plata respectivamente en la Ciudad Condal. Fernando Alonso acabó sexto. “Hamilton y Rosberg tienen una ventaja de puntos y de prestaciones importante. Este año parece que pueden ganar todas las carreras si se lo proponen", comentó el asturiano.
Entre los aficionados que se acercaron al circuito estuvieron algunos rostros conocidos como la nadadora Mireia Belmonte, el piloto de motos Jorge Lorenzo y Emilio Botín.