José Ortega Cano salió a hombros de la plaza de la ciudad murciana de Cieza, donde debutó como empresario taurino. Desde las gradas, el público aplaudió a los diestros que llenaron la tarde de arte, José Ignacio Uceda Real y Antonio Ferrero, que salieron a hombros también una vez finalizada la corrida. En una tarde tan significativa, estuvo acompañado por su familia, su pareja Ana María Aldón y sus hijos, Gloria Camila y el pequeño José María, que en brazos de su madre y a su corta edad, poco más de un año, conoció de cerca el arte del toreo.
Gloria Camila se sentó también entre el público para ser testigo de esta ocasión tan importante, que llega en uno de los momentos más complicados a nivel personal para el exdiestro. Y es que este está pendiente de su ingreso en prisión para cumplir la condena de dos años y seis meses que se le impuso por el accidente en el que perdió la vida Carlos Parra, una entrada que se podría producir en los próximos días (el exdiestro recogió el pasado 8 de abril la orden de ingreso y, según informaron fuentes del caso a EFE, tenía 15 días para hacerla efectiva, un plazo que se cumpliría el próximo 23 de abril).
El gran ausente en la plaza fue el hijo de José, José Fernando, una ausencia sobre la que habló el exdiestro. “Estoy muy contento porque estoy arropado por todos mis amigos y mi familia y… bueno, es para estarlo” comentó Ortega Cano. Explicó que continúa con su recuperación de forma voluntaria, tras abandonar el centro de Barcelona en el que estuvo durante unos días. “Va, con buena voluntad y despacito” explicó.