Cuando tu nombre está en boca de todo el mundo, una de las cosas que se pueden hacer es poner tierra de por medio. Valérie Trierweiler se ha alejado del revuelo mediático que la persigue desde que se publicaran las fotos de una presunta relación de su expareja, el presidente francés François Hollande y la actriz Julie Gayet, que motivó su abandono del Elíseo y su papel como Primera Dama. La periodista ha atravesado el océano y se ha marchado a Nueva York, donde se la ha visto paseando por la zona del Soho en compañía de un amigo.
Y es que cuando parecía que el tema Gayet se había calmado, sale ahora a la palestra la exmujer del Presidente y madre de sus cuatro hijos, Segolène Royal, que se ha convertido en la número tres del nuevo ejecutivo. Ella ha asumido el ministerio de Ecología y Energía asegurando que su relación personal con Hollande no va a influir en su trabajo. Mientras la rumorología y los mentideros recuerdan que su alejamiento de la escena política y de Hollande estuvo provocado en su momento por Valérie y que ahora que ella no está en el Elíseo, Segolène no tiene obstáculos para estar cerca del político.
Ajena al revuelo, la periodista disfruta de unos días en la Gran Manzana, lugar al que también “emigró” otra de las primeras damas francesas, Cécilia, tras su separación del entonces presidente Nicolás Sarkozy. Afincada definitivamente en la ciudad de los rascacielos y casada de nuevo con Richard Attias, ha dejado atrás su paso por el Elíseo encontrando un nuevo hogar. Quién sabe si Válerie hará lo mismo y comenzará una nueva vida en Estados Unidos.
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