Todavía conmocionados por la noticia de su fallecimiento y sin que se sepan las causas exactas por las que se ha producido, decenas de personas han dejado en las redes sociales mensajes en recuerdo a Peaches Geldof. La segunda hija del cantante irlandés Bob Geldof, que fue uno de los pioneros del estilo punk y Caballero de la Orden del Imperio Británico, y la presentadora de televisión Paula Yates, que falleció en el año 2000, nació el 13 de marzo de 1989. Fue la segunda de tres hermanas, Fifi Trixibelle y Pixie, y tiene además otra hermana, Tiger-Lily, de la relación de su madre con Michael Hutchence (vocalista de INXS).
Su infancia no fue fácil: sus padres se divorciaron cuando tenía siete años y las niñas repartían su tiempo entre ambos. Comenzaron entonces los problemas de su madre y el ambiente en su casa, tras comenzar esta una relación con Hutchence, no era el más adecuado. Mientras estaban con su padre, este mantenía una rutina más ordenada. En 1997, Hutchence falleció y apenas tres años más tarde, Paula Yates también murió. Su padre al día siguiente las mandó al colegio, tratando de seguir adelante y mantener la normalidad, y Peaches dijo en alguna ocasión que no tuvo oportunidad de llorar la muerte de su madre hasta años después. Esa inestabilidad en su hogar durante esos años la marcó de por vida.
A pesar de su juventud, contaba con una extensa trayectoria que incluía programas de televisión, columnas en algunas de las publicaciones más conocidas del Reino Unido y experiencia en el mundo de la moda. En 2005 fue autora y presentadora de dos reality show, Peaches Geldof: Teenage Mind y Peaches Geldof: Teen America. También colaboró con el programa Tonight with Trevor McDonald, presentó The Beginners guide to Islam, programa para el que tuvo que viajar a Marruecos, y también algunas entregas de premios y una edición de Gran Hermano. Escribió además en The Daily Thelegraph, The Guardian, Elle y Hello!. Siguiendo los pasos de su padre en el terreno musical, probó suerte como DJ, formando el dúo Trash Pussies con una amiga. En cuanto a su incursión en la moda, fue imagen de firmas como la australiana Dotti.
Su vida privada y problemática acaparó también portadas. Sus fiestas y los romances que tuvo con Frederick Blood-Royale o el cómico Russell Brand fueron el foco de atención de la prensa. Pese a su juventud se casó en dos ocasiones. El primer matrimonio fue una unión breve, en agosto de 2008, con apenas 19 años, con Max Drummey, un músico de la banda Chester French y licenciado de Harvard en antropología de 23 años. Se separaron nueve meses después.
El 8 de septiembre de 2012 volvió a dar el “sí quiero” a Thomas Cohen, un enlace que ocupó la portada de la revista Hello! y se celebró en una iglesia en Davington, la misma donde sus padres se habían casado 26 años antes y que había acogido el funeral de su madre en 2000. Con Thomas tuvo dos hijos, Astala y Phaedra, que ocupaban el centro de su vida, tal y como se refleja en las redes sociales. Era una activa usuaria de estas y las utilizaba para mostrar a sus seguidores instantáneas con su marido y sus pequeños. Entrañables vídeos, fotos de celebraciones familiares o simplemente momentos cotidianos de su día a día como el desayuno, el momento baño de sus pequeños, divertidos despertares en la cama, juegos en el parque... Sin duda, momentos inolvidables.
En una de sus últimas entrevistas, apenas un mes antes de fallecer para la revista Mother & Baby magazine, aseguró que cuando se convirtió en madre, encontró la estabilidad que siempre le había faltado. “Después de años luchando para conocerme a mí misma, sintiéndome perdida, tener niños para corregir los múltiples errores de mi propia infancia traumática, fue más que liberador. Sentí estabilidad finalmente, con vidas que dependen de mí y no les voy a fallar, por nada ni nadie”. La maternidad siempre había sido uno de sus deseos, aunque cuando era adolescente le habían dicho que no iba a poder tener hijos dado que tenía ovarios poliquísticos. Le afectó mucho la noticia, tal y como detalla en la entrevista. Pero los hijos llegaron. Declaró que al mirar la cara de sus bebés se dio cuenta de que era milagros y lo mejor que una persona podía tener. “Supe que estaba destinada a ser madre, mi bebé sólo estaba esperando el momento adecuado y el momento en que yo estuviera preparada”.