La duquesa de Alba ha vuelto a la vida social madrileña. Tras unos meses sin desplazarse a la capital y varias semanas sin salir de las Dueñas, su casa de Sevilla, lo que generó numerosas especulaciones sobre el delicado estado de salud de la aristócrata, Cayetana ha viajado a Madrid acompañada por su marido, Alfonso Diez.
Ausente en las jornadas sobre Machado que tuvieron lugar en los jardines del propio Palacio de Dueñas y baja en el homenaje en el Senado a su gran amigo Curro Romero, con motivo de la entrega de los VII Premios de la Asociación Taurina Parlamentaria, la Duquesa ha reaparecido imparable, como siempre, y con ganas de ponerse al día con sus amistades, entre las que figuran, su buena amiga Naty Abascal.
A escasos días de cumplir 88 años, la duquesa de Alba, que soplará las velas el próximo 28 de marzo, se citó con Naty en uno de los restaurante de moda de la capital para ponerse al día en sus asuntos y afirmar: “Estoy bien y muy bien acompañada. Que estoy mal se lo inventan”.
Vestida con un “look” muy juvenil, de estampado felino, la duquesa comentó cómo tiene planeado celebrar su cumpleaños: “Va a ser una celebración muy familiar” ha señalado doña Cayetana. Sin soltarse del brazo de Naty, que se decantó por un conjunto de falda y blusa negra, que combinó con un abrigo rojo, la duquesa de Alba también aprovechó la ocasión para comentar la indignación mostrada por su exyerno, Francisco Rivera, nuevamente en pie de guerra por la decisión judicial de otorgar la custodia de su hija Cayetana a su ex mujer, Eugenia Martínez de Irujo. “Mi hija tiene razón y lo que él ha hecho es muy feo” sentenció la Duquesa.
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