Salió de prisión el pasado viernes, arropado por su hermana Gloria, y anoche José Fernando Ortega ingresaba en un centro de rehabilitación de Barcelona, Instituto Hipócrates y en esta ocasión era su padre quien le acompañaba.
José Ortega Cano no estuvo presente en el juicio de su hijo ni acudió a la cárcel de Sevilla 1 el día de su salida, pero no ha querido faltar en su ingreso en la clínica. En el interior esperaba a José Fernando Pepe el Marismeño, quien le ha estado ayudando y visitando durante los cuatro meses que ha permanecido en prisión y que ahora también le va a estar apoyando en esta nueva andadura.
Después de permanecer una hora en el centro, José Ortega Cano salía y después de dar gracias a la prensa por su interés, explicaba cómo se encontraba su hijo: “Su intención es buena, quiere recuperarse y llevar una vida ordenada”. Al parecer les costó un poco convencerlo para que ingresara, pero lo han conseguido: “Ha habido que tratarlo y hablarlo con él, pero yo creo que estamos a tiempo. Me voy tranquilo porque creo que es un buen sitio y lo dejo en buenas manos”. Y contaba cuáles habían sido las últimas palabras de su hijo, antes de que se fuera: “Me ha dicho que no me preocupe, que él va a poner todo de su parte”.
José Ortega Cano también ha hablado de su futuro y de su ingreso en prisión: “¿A quién no lo preocupa lo que pueda pasar de aquí en adelante? Pero estoy preparándome para lo que sea, soy un hombre de fe. Sin lugar a dudas, estoy preparado para entrar en la cárcel”.
Quien está afrontando esta difícil situación familia con mucha entereza está siendo Gloria, que acaba de cumplir 18 años. “Es una niña preciosa y tiene una cabeza muy madura. Tiene las ideas muy claras de lo que quiere ser en el futuro y lo que va a hacer. Ha sufrido mucho pero está muy contenta de que su hermano tome la iniciativa de ingresar en un centro”, decía su padre.