La duquesa de Alba y Francisco Rivera han prestado su ayuda, un año más, al Rastrillo Nuevo Futuro de Sevilla. Sin embargo, en vez de hacerlo juntos y en armonía, lo han hecho cada uno por su lado y, lo que resulta más llamativo, evitándose. Primero llegó doña Cayetana del brazo de su marido Alfonso Diez y su amiga Carmen Tello. Después, el extorero de la mano de su mujer Lourdes Montes. Ya en el interior, todos hicieron lo posible para no reencontrarse. La distancia máxima que les separó fueron tres metros, pero los fotógrafos no pudieron captar ni un saludo entre ambos.
El motivo de este distanciamiento se produjo en verano de 2012, cuando Francisco reclamó la custodia de su hija Cayetana a Eugenia Martínez de Irujo. "Me parece muy mal la demanda de Francisco, pero prefiero no hablar de eso. A mí no me dijo nada", declaró la duquesa nada más enterarse de la noticia. Cuando conoció la sentencia, que otorgaba la custodia definitiva de su nieta a su hija, manifestó: "Estoy muy contenta. Creo que se ha hecho justicia". También mostró su alegría Eugenia, quien aseguró sentirse mucho "más tranquila con todo ya resuelto". Francisco, por su parte, se mostró "indignado" con la decisión judicial. "No me queda otra que esperar a que Cayetana tenga la mayoría de edad", afirmó.
Dejando a un lado esta tensa situación, la duquesa de Alba disfrutó de una jornada de San Valentín en su tierra y con su gente. Muy contenta de colaborar de nuevo con esta buena causa, doña Cayetana eligió para un día tan especial un 'look' de lo más favorecedor, en el que destacaba un original abrigo de piel.
Tampoco pasó desapercibida Lourdes, bloguera de hola.com, que presumió de piernas con un minivestido de flores y un abrigo de ante marrón. La bella sevillana celebró ayer su primer día de los enamorados casada y, a juzgar por su sonrisa, no puede ser más feliz al lado del extorero, quien felicitó una fecha tan señalada a todos sus seguidores de las redes sociales con una bonita imagen del día de su boda.
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