Tras la tormenta parece que llega la calma a la familia Rivera Pantoja. Después de que Kiko confesará en el programa Sálvame Deluxe que su hermana Isabel le había decepcionado y que no confía en Alberto Isla, al que consideraba un mujeriego y una mala influencia para su hermana, el hijo de Isabel Pantoja se ha retractado en su perfil de Twitter y ha pedido perdón públicamente a su hermana diciendo: “Eres y seguirás siendo la niña de mis ojos. Perdona por quererte pero hacerlo a mi manera @IsabelPantojaM”.
Por su parte, la hija de Isabel Pantoja ha decidido poner tierra de por medio y después de las duras declaraciones de su hermano a las que la futura mamá respondió diciendo” Seré muy joven e inexperta, pero lo que se tenga que hablar por mi parte se hablará en familia! Demasiado daño y demasiado dolor...", ésta se ha refugiado en los brazos de padre de su futuro hijo, el sanluqueño Alberto Isla con el que se ha escapado unos días a Marbella.
Dejando claro que lo suyo no se va a romper fácilmente, la pareja se ha dejado ver paseando por Puerto Banús mientras cuentan los días para convertirse en padres por primera vez. Con resto serio, Isabel Pantoja que ya se encuentra en un avanzado estado de gestación, no quiso mostrar su embarazo a las cámaras y se tapó con el abrigo que llevaba evitando mostrar así su tripita de embarazada.
En cuanto a la relación de María Isabel Pantoja con su madre, parece que esta no está en su mejor momento, tal y como señalaba Kiko, quien afirmaba que la convivencia entre la cantante y su hermana era muy tensa. "Entre ellas ha habido muchos enfrentamientos desde que nos dijo que iba a tener un niño con un chaval que no conocemos", explicó. Según contó, Kiko ha visto llorar a su madre en más de una ocasión por culpa de su hermana: "No quiero ser duro, pero pienso que mi hermana debería estar agradecida con la vida que se le ha intentado dar".
Con total rotundidad, Kiko declaró que su hermana se había quedado embarazada para salir de casa, ya que "siempre ha querido cumplir 18 años para irse". De momento, la joven seguirá viviendo en Cantora hasta que nazca el bebé: "No creo que Cantora sea una cárcel para ella, pero ahora es una niña embarazada que no puede salir a tomarse una copa. Tendrá que esperar a tener el niño y cuando lo tenga podrá salir", concluyó.
Quizá estas discrepancias son las que han hecho que la pareja no muestre con naturalidad su amor a todo el mundo y la ilusión que genera la llegada de un bebé.