José Ortega Cano ha sido dado de alta en el Hospital Ruber Internacional, en el que se le realizó un cateterismo cardiaco debido a los problemas de corazón que lleva padeciendo desde el 2006. El extorero ya está en su casa a la espera de que se le notifique su entrada en prisión por la condena que se le impuso tras el juicio por el accidente de tráfico en el que falleció Carlos Parra.
Según el parte médico difundido por el hospital, el doctor Carlos Macaya y su equipo realizaron a Ortega Cano un "cateterismo cardiaco-coronariografía". Además, la nota añade que la operación no ha tenido "complicaciones". Sin embargo, el informe deja abierta la puerta a nuevas pruebas médicas, puesto que se encontraron "lesiones en las arterias coronarias, pendientes de evaluación funcional, para decidir el tipo de tratamiento de su enfermedad coronaria". Por su parte, la familia del extorero confirmó a Efe que la operación "había salido bien" y que Ortega Cano se encontraba "estable".
Un cumpleaños agridulce
El extorero cumplió 60 años el mismo día en el que pasó por el quirófano. Además de esta nueva intervención, considerada por muchos como una estrategia para demorar su entrada en prisión, Ortega Cano tiene dos frentes abiertos debido a los cuales está pasando, sin duda, una de las etapas más complicadas de su vida. Hace unos días, el exdiestro rompió su silencio e hizo sus primeras declaraciones tras ratificarse su condena de dos años y seis meses de cárcel por el accidente que le costó la vida a Carlos Parra. "Lo que la justicia dictamine, sea como sea, lo afrontaré”, confesó. “Más que pensar en mí pensé en mi pequeño, que estoy todo el día con él, pensé en mi familia, en mi pareja, en el jarro de agua que ha sido para todos”, añadió. “Si la justicia al final decide que tengo que ir a prisión, iré pero con la cabeza muy alta. No he cometido un asesinato, he tenido un accidente con un coche”, concluyó.
A su ingreso en prisión se suma la situación en la que se encuentra su hijo José Fernando, que permanece en prisión desde el pasado 14 de noviembre. La acusación ha pedido para el joven cinco años de cárcel por un delito de robo con violencia, dos años y medio por otro de incendio, seis meses de cárcel y privación del permiso de conducir durante cuatro años por un delito contra la seguridad del tráfico y una multa de 2.160 euros por un delito de hurto de uso de vehículo de motor, así como otra multa de 180 euros por una falta de lesiones. Además pide que José Fernando y sus cinco amigos indemnicen al agredido en un total de 25.319 euros por el valor del coche que incendiaron, los dos móviles y otros objetos que le robaron.