Jessica Bueno está en Éibar disfrutando de su hijo Francisco y del cariño y apoyo incondicional de su novio, Jota Peleteiro. El corazón de la modelo parece no estar dispuesto a renunciar al futbolista, por quien la modelo ha decidido cambiar su residencia de Sevilla a la localidad guipuzcoana donde actualmente juega el deportista. Desde que comenzarán su noviazgo, Jessica compagina su deber como madre con su noviazgo con Jota Peleteiro.
Aprovechando el tiempo libre que le dejan los compromisos deportivos a Jota Peleteiro, Jessica y él pudieron disfrutar de un tranquilo paseo por las calles de Éibar, ciudad a la que la modelo parece haberse adaptado muy bien. Junto a ellos se encontraba el pequeño Francisco. El niño descansaba plácidamente en su cochecito mientras era el propio futbolista quien lo empujaba el carrito, como todo un padrazo. Esta es una muestra evidente de la buena relación existente entre Jota Peleteiro y el hijo de su novia.
Jessica Bueno, vestida con chaqueta rosa, vaqueros pitillos, botines negros de tacón, y una bufanda gris, ha sido fotografiada mientras caminaba del brazo de su novio, y los tres juntos parecían una familia feliz. Por su parte el futbolista vestía de manera casual, y para combatir el frío llevaba un gorro rojo.
Parece que tras la tormenta, por fin comienza a llegar la calma a la vida de la sevillana. Jessica, que luchaba por la custodia total del hijo que comparte con Kiko Rivera, ha tenido que ver como el juez del Juzgado de Primera Instancia número 17 de Sevilla dictaba la custodia compartida, satisfaciendo, así, los deseos de la familia paterna. Unas medidas provisionales que permanecerán en vigor hasta que el niño que ambos comparten tenga al menos 3 o 4 años. Aunque hay mucho hermetismo en torno a ciertos detalles, parece que sería entonces cuando tenga lugar el juicio principal, en el que Jessica podría volver a solicitar la custodia única.