José Ortega Cano vive momentos de gran preocupación en los que ha decidido refugiarse en su pareja, Ana María Aldón, y en su hijo José María. La detención de su hijo José Fernando ha sido por ahora el último capítulo de una vida complicada desde la muerte de Rocío Jurado. El maestro intenta sobreponerse del duro golpe. Aunque sus salidas son escasas, se le pudo ver visitando la feria del bebé, junto a Ana María y el pequeño José María. Ortega Cano, que apenas se dejó ver y trató de pasar desapercibido, se mostraba visiblemente triste y cabizbajo. Sin embargo, Ana María, sonriente, posó en el photocall empujando el cochecito en el que iba plácidamente su hijo.
José Fernando permanece en prisión acusado de cuatro delitos. Ortega Cano aún no ha ido a visitarle desde que fuera encarcelado, ha sido su hermana, Gloria Camila, quien sí ha ido a la prisión de Sevilla 1. La abogada de José Fernando solicitó su puesta en libertad porque tiene una "oferta de trabajo" y por su "correcto rendimiento escolar", han señalado algunas fuentes, que han recordado que el ex torero ya depositó en el Juzgado 1.200 euros a fin de hacer frente a las futuras responsabilidades civiles de su hijo.
Pero por el momento a Ortega Cano no le llegan buenas noticias sobre su hijo. El joven que denunció la agresión y robo cometido presuntamente por José Fernando el pasado 2 de noviembre a la salida de un club de alterne de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), ha participado hace escasos días en dos ruedas de reconocimiento en las que ha identificado tanto al hijo del ex torero como a otros cuatro imputados, como los jóvenes que participaron en dicha agresión. Con todo ello, Ortega Cano se encuentra muy preocupado por el futuro de su hijo. Algunos medios han apuntado que el diestro está buscando un centro de rehabilitación para ingresar a José Fernando, en cuanto sea puesto en libertad.
En momentos así el ex torero ha decidido refugiarse en su pareja, Ana María Aldón, y en su hijo biológico, José María. El nacimiento del pequeño en febrero del pasado año supuso una alegría en medio de tantos sinsabores. Tan solo dos meses después, a finales de abril, conoció la sentencia por el accidente mortal en el que se vio involucrado el 28 de mayo de 2011 y en el que falleció un vecino de Castilblanco de los Arroyos.
El juez pidió para Ortega Cano dos años, seis meses y un día de prisión por conducción temeraria y homicidio imprudente, una indemnización de 158.000 euros a la familia del fallecido y la retirada del carnet de conducir durante tres años. Su abogado, Enrique Trebolle, recurrió la sentencia ante la Audiencia Provincial de Sevilla.