Las pasadas Navidades no terminaron bien para Rafael y Sylvie van der Vaart. Siempre ejemplo de matrimonio 'modelo' y formando una familia envidiable con su hijo Damian, nos sorprendieron a todos anunciando el punto y final de su relación tras más de siete años juntos. Por aquel entonces fueron muchas las especulaciones y las preguntas que surgieron sobre cuáles habrían sido los motivos de su ruptura. Ahora, con las aguas más calmadas y los sentimientos más claros, ha sido la modelo y presentadora holandesa la que ha abierto su corazón concediendo la que, sin duda, ha sido una de sus entrevistas más sinceras.
"Nuestro matrimonio se tambaleó durante años y fue un proceso gradual. Se destruyó por muchos factores", confesia Sylvie al diario Bild. "Mi cáncer, las numerosas mundanzas por toda Europa, la concentración en nuestras carreras... Todo contribuyó", añade. Sin embargo, hay un motivo en concreto que pudo ser el detonante de que decidieran terminar su relación: ambos deseaban fervientemente tener otro hijo, sin embargo, en el año 2009 a Sylvie le diagnosticaron un cáncer y su sueño se vió truncado debido al fuerte tratamiento al que se sometió: "Sabía cuán grande era el deseo de Rafael de tener otro bebé, así que me alegro de que vaya a tener el hijo que yo no pude darle debido a mi enfermedad". "Me pasé llorando días y noches. Después de la quimioterapia, él ya tenía otra mujer. Ya nunca volvería a ser la niña inocente que era antes", afirma.
Pese a todo, la bella holandesa, de 35 años, asegura que no guarda rencor al jugador y que no tiene sed de venganza, a pesar de que haya encontrado de nuevo el amor junto su mejor amiga, Sabia Boulahrouz, y estén esperando su primer hijo en común. "Tengo mucho respeto por su relación y les deseo lo mejor", asegura. "Al haber menos sentimientos, cuando estamos los tres juntos mantenemos una relación normal. Al final y al cabo, el niño que está en camino va a ser el hermano de nuestro hijo Damian. Lo más importante en la vida son los hijos y deben ser protegidos", concluye.
Un divorcio millonario
Precisamente, esta misma semana Rafael y Sylvie han firmado los papeles y ya está oficialmente divorciados. Ha sido algo amistoso, ya que han coincidido en los términos de todas las cláusulas y, además de la custodia compartida de su hijo, que era una de las cuestiones más importantes para la modelo, el deportista tendrá que pagar unos cinco millones de euros. ¿Lo más polémico? La pérdida del apellido para ella, que vuelve a ser Sylvie Meis, y no podrá usar el de su exmarido porque así lo ha solicitado, al parecer, Sabia.
¿Encontrará de nuevo el amor?
Desde su separación, la holandesa ha mantenido un breve noviazgo con el millonario francés Guillaume Zarka, cuya relación no terminó muy bien, y hace unos meses se la relacionó con el atractivo modelo Jerad Moore, un romance que tampoco tuvo final feliz. "Obviamente estoy decepcionada con el amor. Pensé que el matrimonio sería para toda la vida... Pero estoy abierta a a una nueva relación", asegura Sylvie.
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