La pasarela de París ha recibido a numerosos rostros conocidos del mundo de la moda y el cine que han tomado buena nota de las tendencias para estar siempre a la última. Sin embargo no sólo los grandes diseñadores han hecho una entrada triunfal en la pasarela. Una de las caras que ha desfilado estos días por la capital francesa es bien conocida por el gran público y además ha permanecido alejada de las cámaras durante casi todo el verano, por lo que su rentrée ha sido sin duda una de las que más expectación han levantado.
Kim Kardashian ha irrumpido de nuevo con fuerza en la vida pública con la firme decisión de mostrar el giro que ha dado a su imagen. A dieta desde que fue madre por primera vez, luce una figura mucho más estilizada, aunque igualmente voluptuosa, tras haber perdido cerca de 18 kilos, y además se ha teñido su melena, así que ahora es rubia. Su viaje a París tiene además un objetivo claro, según aseguran los medios, y es que el rapero Kanye West querría pasar algún tiempo en pareja, lejos de la familia de su novia, aunque el punto negativo es que también están lejos de su pequeña Nori. Se dice que la pareja está planeando su boda por lo que Kim quiere reunirse con algunos de los grandes gurús de la moda para empezar a diseñar su vestido soñado.
Y es que las Kardashian están volcadas en sus tiendas y líneas de ropa, alejándose cada vez más del calificativo “estrella de reality” que se añadía a los de socialité y modelo para definir su ocupación. Tan metida está Kim en este mundillo, que durante su estancia en la capital francesa no sólo ha “fichado trapitos” para ella (estuvo en primera fila en el desfile de Givenchy). Regresará a casa también con varias prendas para su hija Nori, regalo de creadores tan prestigiosos como Alexander Wang y Givenchy, Maison Martin Margiela, Céline, que crearon prendas especial dado que no tiene línea infantil, entre otros, demostrando con ello la buena relación que la une a los grandes.
Sin duda la niña, que nació el 15 de junio, será una fashionista como su mamá y ya se encargará ella de que no le falten prendas de diseño en su armario. No serán sin embargo de su propia línea infantil puesto que, aunque se dijo que Kim pensaba en lanzar algo así, la noticia fue desmentida por su representante. Lo que ha quedado claro en estos días es que Kim sigue fiel a su gusto por marcar sus curvas y seducir con modelos de lo más sugerentes. En eso sí que no ha cambiado.
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