Con la felicidad pintada en el rostro, Raquel Jiménez acudió a la fiesta del 150 aniversario de Martini, celebrada en un entorno lujoso e inigualable. La mansión Villa Erba, un lujoso edificio situado a orillas de uno de los lagos más famosos de Italia, el lago Como, se vistió de gala para acoger a un buen número de invitados que brindaron por este especial cumpleaños. Vestida con un conjunto de falda tubo y cuerpo palabra de honor, del siempre elegante color negro, la modelo acaparó flashes en una velada a la que acudió sola, tal vez porque su novio David Bisbal está muy ocupado con la gran cantidad de compromisos que tiene.
Raquel confesó que está en un “muy buen momento de su vida, tanto personal como profesiona” y afirmó que “de momento, David Bisbal es el hombre de su vida”. El almeriense confirmó hace pocos días que se habían dado una segunda oportunidad. “Nos hemos reconciliado. No es ningún rumor, es así y punto” dijo Bisbal. La pareja estuvo saliendo durante un año y rompió el pasado mes de mayo. Tras pasar el verano separados, un paréntesis en el que David salió con la ex Miss Universo Zuleyka Rivera, volvieron a retomar el contacto.
Comienzan así el otoño juntos de nuevo y, aunque no han comparecido de momento en ninguna cita pública, sí se les ha visto paseando y en coche por Barcelona, donde reside la modelo con su hijo. A David se le presentan unos meses llenos de compromisos ya que ejerce como coach en La Voz México y en La Voz 2, en España, por lo que seguro que estará muy ocupado, dado que además trabaja ya en su nuevo disco. “Si te ordenas bien, se puede hacer todo” declaró el artista recientemente.
La artista internacional Lily Allen, el pianista nominado al Grammy Chilly Gonzales, el DJ y productor Mark Ronson, el actor británico Joseph Fienes y su esposa María Dolores Diéguez, modelo suiza de padres gallegos, y la topmodel y actriz Rosie Huntington-Whiteley fueron algunos de los invitados a la multitudinaria celebración. Además de Raquel, el toque español lo pusieron el barman Javier de las Muelas, Bárbara Gonzalez, chica Martini, y el restaurador Albert Adrià. La nota musical vino de la mano de la colaboración única entre Lily Allen y Chilly Gonzales, que se subieron a un escenario flotante en el citado lago.
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