Celebraron una espectacular y excéntrica fiesta de compromiso de tres días en la Costa Azul, que costó alrededor de 8 millones de euros, pero todavía Tamara Ecclestone y Ray Rutland no se habían convertido en marido y mujer. Todo parecía indicar que la pareja había contraído matrimonio en un maravilloso enclave de Riviera francesa, sin embargo, el representante de Tamara negó que se hubiera celebrado el enlace. Parecía una boda en toda regla, con alianzas incluidas y un viaje que parecía una luna de miel, a Mónaco, St Tropez…, pero lo cierto es que todavía no se habían casado.
Este lunes, la hija del magnate de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone por fin ha dado el “sí, quiero”, en un registro civil del centro de Londres y así, la pareja ha hecho oficial su unión. A las puertas del edificio, el Chelsea Old Town Hall, les esperaban su hermana, Petra Ecclestone, y el marido de esta, James Stunt, que lanzaron confeti a los recién casados en plena calle.
La noche antes de casarse, la pareja disfrutó de su última noche de solteros, con un plan que nada tiene que ver con su ostentoso ritmo de vida. Tamara y el financiero londinense estuvieron en el cine viendo la última película de Brad Pitt, World War Z, y después fueron a cenar a un restaurante cuya especialidad es el pollo. Y el día de la boda, no se vio a ningún invitado más, además de a su hermana y su cuñado, nada que ver con los 150 invitados a los que llevó al exclusivo Grand Hotel Saint Jean Cap Ferrat de Niza, en el sur de Francia.
Casarse en este lugar tan sólo les ha costado poco más de 50 euros, más 6 euros por los certificados de matrimonio. Para la ocasión, Tamara ha llevado un mini vestido de color crema con volantes y unos zapatos dorados de Christian Louboutin, mientras que Ray optó por un traje de color gris con un chaleco a juego. No sabemos si ahora volverán a embarcarse en un viaje de ensueño para volver a celebrar una segunda luna de miel.