“Muy conmovidos”. Así se han quedado Barack Obama y su familia tras visitar la prisión de la isla de Robben, en la que estuvo encarcelado durante 18 años Nelson Mandela, durante su lucha contra el régimen racista del apartheid. El presidente de Estados Unidos, su mujer, Michelle Obama y sus hijas Malia y Sasha quisieron visitar este lugar en su último día de visita a Sudáfrica.
"En nombre de nuestra familia, estamos muy conmovidos por haber estado donde hombres de tanto coraje se enfrentaron a la injusticia y se negaron a rendirse. El mundo está agradecido por lo que hicieron los héroes de la isla de Robben, que nos recuerdan que no hay cadenas o celdas puedan igualar la fuerza del espíritu humano", escribió Obama en el libro de visitas de Robben, situada frente a las costas de Ciudad del Cabo.
Serios y abrazados en varios momentos de su visita, los Obama estuvieron escuchando con atención al guía, antiguo prisionero, que les explicó la historia de esta cárcel y les llevó hasta la celda de Mandela, quien se encuentra ingresado en estado crítico en un hospital de Pretoria, por problemas respiratorios. Después volvieron a Ciudad del Cabo a un centro comunitario dedicado a la lucha contra el sida, acompañado por el arzobispo emérito de la ciudad y premio Nobel de la Paz 1984 Desmond Tutu.
Durante su estancia este fin de semana en Pretoria y Johannesburgo, Obama expresó su admiración hacia Mandela, con quien tiene algunas cosas en común, ya que fue el primer presidente negro de Sudáfrica y él de Estados Unidos, y los dos han Premio Nobel de La Paz. “Es una inspiración para el mundo", afirmaba. Más tarde fue a visitar a varios miembros de la familia de Madiba (nombre con el que se conoce a Mandela en su país), en la sede de la Fundación Nelson Mandela.
Días antes de llegar a Sudáfrica, el mandatario estadounidense ya elogió la figura de Mandela. "Él es uno de mis héroes personales, un héroe para el mundo. Su legado durará siglos", declaró durante su vista a Dakar.
El presidente se encuentra de visita en el continente africano. Comenzó el pasado martes en Senegal, después estuvo en Sudáfrica y mañana concluirá su viaje en Tanzania, en un viaje en el que apuesta por la democracia y el Estado de Derecho como clave para impulsar el desarrollo en África.