Ya es toda una tradición ver a Gloria Camila subida a una pasarela el día de su cumpleaños por una buena causa y este año, que cumplía los diecisiete con la feliz llegada de un nuevo miembro a la familia, no ha sido la excepción. La hija de Rocío Jurado y José Ortega Cano ha vuelto a lucir los trajes de flamenca de la nueva temporada de la diseñadora onubense Rocío Trastallino en un desfile benéfico a favor de la Asociación Síndrome de Down de Sevilla (Asedown). La joven desfiló como solo ella sabe con tres diseños espectaculares, mientras su hermano José Fernando, que tampoco falló, colaboró igualmente con la causa enfundándose el típico traje de corto andaluz.
Se convirtieron también en modelos por un día Mari Ángeles Gramal, otra incondicional de esta iniciativa, que lució varios vestidos de flamenca y se marcó más de un paso de baile ante la atenta mirada de su esposo, Jaime Ostos, y Gema, la hija de la novia de Ortega Cano, que quiso compartir junto a Gloria Camila y José Fernando este día tan especial para ellos y debutó en la pasarela con un vestido blanco con lunares rojos acompañado de un chico que iba ataviado con el traje de corto andaluz. Al término del evento, tras el pase de su último modelo, a Gloria Camila se le cantó el Cumpleaños feliz y su hermano José Fernando, por quien ella siente verdadera adoración, le hizo entrega de una tarta cumpleaños con dos velas por sus 17 años y un emotivo beso delante de todos los asistentes.
Ortega Cano, el gran ausente
La cita reunió a numerosos rostros conocidos a pie de la pasarela, pero el gran ausente fue el diestro José Ortega Cano, que esta vez no pudo ver desfilar a sus hijos como había hecho siempre en años anteriores. El diestro llegaba ese mismo día con toda su familia -su novia, Ana María Aldón; su hijo recién nacido, José María; los dos mayores, José Fernando y Gloria Camila, y Gema, la hija de Ana María-, a Sevilla, procedente de Madrid, para instalarse en la finca que el torero tiene en el término sevillano de Castiblanco de los Arroyos y descansar allí durante unos días antes de enfrentarse el próximo día 12 de marzo al juicio por el accidente que el matador de toros sufrió hace dos años y que le costó la vida a Carlos Parra, un vecino de Castiblanco de los Arroyos. Sin duda son momentos agridulces para José Ortega Cano, que tras convertirse en padre recientemente tendrá que pasar sus horas más bajas enfrentándose al peor toro de su vida. Mientras tanto el torero disfruta de su familia, de su novia, que le ha devuelto las ganas de vivir, y del pequeño al que se pasa las horas mirando. Un bebé que ha sido una gran alegría para toda la familia como el mismo José Fernando confesó tras el desfile. “Me ha hecho muy feliz, pero no sólo a mí, a toda mi familia entera. A mi padre se le ve en la cara lo contento que está. Lo estamos todos y pienso que cambiará las cosas con mi padre”.