Sevilla o Madrid. Hoy ha comenzado el juicio en el que se decidirá con quién y dónde vive finalmente la menor de trece años. Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo de nuevo se han encontrado cara a cara ante un juez para resolver el tema de la custodia de su hija Caytena. Eugenia llegaba temprano al juzgado junto a sus hermanos Carlos, Duque de Huéscar, Fernando y Cayetano y asegurando que su madre, la Duquesa de Alba, también estaba en Madrid. Minutos después llegaba Francisco, que estaba arropado en este día tan importante por sus hermanos Cayetano y Julián. “Entendéis que no tengo muchas ganas de hablar” aclaró el exdiestro a su entrada en el juzgado.
En la sesión de hoy quedó concluído el tema de la custodia de la hija del exmatrimonio, aunque la decisión del juez no se conocerá hasta dentro de unos días. A la salida, ninguno de ellos hizo apenas declaraciones aunque Francisco comentó que en estos casos "no gana nadie" y que él estaba allí por "los deseos de su hija". Los hermanos de Eugenia abandonaban el juzgado antes de que finalizara la sesión ya que, según dijeron, el juez no había llamado a declarar a ningún testigo. Francisco sí que salió con sus hermanos, que esperaron a que finalizara la vista. Al día siguiente, el extorero escribió en Twitter: "Si algo tengo claro en la vida, es lo que significa mi hija para mi.Y lo que estaría dispuesto a hacer por ella... Todo. Lo que cambia a un hombre es el orden de prioridades que va cambiando a medida que pasa el tiempo".
El conflicto comenzó a principios de verano, cuando Francisco Rivera interpuso una demanda en la que solicitaba la custodia de su hija argumentando que la menor quería vivir en Sevilla con él. Fue entonces cuando las relaciones cordiales que mantenía con su exmujer Eugenia Martínez de Irujo y la familia de esta, sobre todo con su madre la duquesa de Alba, comenzaron a enturbiarse. Dado que Eugenia no estaba de acuerdo con la decisión de su exmarido, el caso quedó en manos de la justicia.
En el mes de septiembre se celebró una vista oral en la que no alcanzaron un acuerdo por lo que Cayetana, de trece años, sigue viviendo de momento con su madre en Madrid. En octubre, la expareja y su hija se sometieron a un exámen con los psicólogos que elaboraron un informe psicosocial necesario para el caso. "Es un tema muy delicado, está mi hija en medio. Entended que no comentemos nada y respetad al máximo que hay una menor, que es mi hija. No tengo nada que decir", comentó Francisco en los momentos iniciales del proceso hace unos meses.