Ha tardado en llegar, pero por fin ha llegado. Tarde o temprano tenía que ocurrir y hoy podemos decir que la reconciliación entre la baronesa Thyssen y su hijo Borja es ya casi un hecho. El gran paso lo ha dado Carmen Thyssen, pero eso es lo que menos importa, si la relación entre madre e hijo vuelve a ser tan fluida como antaño.
La baronesa Thyssen acudió anoche a conocer a su tercer nieto y aunque finalmente no pudo verle por motivos que no han trascendido, Carmen pasó cerca de una hora y media conversando con su hijo, produciendose así uno de los encuentros más esperados entre madre e hijo.
El pequeño, quien sin lugar a dudas ha sido el mejor regalo de aniversario de Borja y Blanca, quienes ayer celebraban cinco años de matrimonio, vino al mundo ayer tal y como confirmaban sus padres en un comunicado en el que especificaban que el bebé había pesado 3.320 kilogramos. Horas después de su nacimiento, la baronesa se personaba en el centro hospitalario para felicitar personalmente a su hijo.
Justo cuando se continuaba hablando de la mala relación entre madre e hijo debido a la gran ausencia de éste en el 20 aniversario del museo Thyssen celebrado el pasado lunes y a cuyo acto declino ir Borja, la visista de la baronesa ha dado un giro radical a estas especulaciones.
Enfundada en un traje rosa y con una gran sonrisa de tranquilidad y algo emocionada, Carmen llegaba a la madrileña clínica sobre las 20:45 de la tarde y permanecía allí hasta las diez de la noche. Lo que indica que no fue una visita de rigor ni de compromiso, sino un encuentro muy cercano, pues al abandonar la clínica, Carmen afirmaba: "El niño está bien y Blanca también".
No fue ni Borja ni Blanca quienes avisaron a la baronesa Thyssen de que había sido abuela por tercera vez, pero ella quiso dar un paso adelante y presentarse en el hospital.
Enzo, que es como se llama el nuevo miembro de la familia Thyssen Cuesta, quizá haya venido a poner punto y final a este período de discordias entre madre e hijo y entre nuera y suegra. Esta misma mañana, Broja salió un momento del hospital, y lo hizo muy sonriente y saludando a los medios de comunicación que se encuentran en la puerta.
Este pasado verano tanto Borja y Blanca como Carmen Cervera veranearon en Ibiza, pero ni una parte ni otra tuvo intención de hacer por verse. Sin embargo, la baronesa ha pensado que quizás éste era el mejor momento para enterrar las rencillas del pasado y ha querido estar al lado de su hijo de su nuera, en este momento tan especial.
Por la tarde, los últimos en llegar fueron Manolo Segura y los padres de la feliz mamá, Miguel Cuesta y Heidi Unkoff, que no quisieron esperar más para conocer al nuevo miembro de la familia Thyssen-Cuesta y visitaron el centro hospitalario con una gran sonrisa en sus rostros, prueba de la felicidad que ha llenado la familia el nacimiento del tercer hijo de Borja y Blanca.