La fiesta estaba asegurada. El momento de su retirada es algo muy especial para un deportista y, por eso, mientras algunos optan por hacer una celebración más íntima y emotiva con su círculo más cercano, otros prefieren celebrarlo por todo lo alto con una gran fiesta. Es el caso de Michael Phelps, que anunció a principios del mes de agosto que se retiraría cuando terminaran los Juegos Olímpicos de Londres. "He podido ir a maravillosas ciudades en mis viajes y no he podido verlas. Veo el hotel y el jardín, eso es todo. Después de estos Juegos, voy a ir y hacer lo que quiera hacer", aseguró.
El estadounidense, considerado el mejor nadador de la historia y uno de los grandes deportistas de todos los tiempos, quiso que ninguno de sus amigos, entre los que se encontraba la nadadora y gran amiga suya, Allison Schmidt, olvidara esta fiesta. Y consiguió su objetivo con creces. El Encore Beach Club de Las Vegas fue testigo de la felicidad de Phelps, que no parece muy afectado después de retirarse de las competiciones. Chicas con biquinis minúsculos y piernas infinitas, cócteles junto a la piscina, una tarta gigante con el número 22 (la cifra de medallas que ha conseguido)... y todo esto, amenizado con la música del mejor Dj de lo últimos tiempos, David Guetta, que se encargó de hacer bailar a todos los presentes.
Por si esto fuera poco, la estancia del nadador en Las Vegas está dando mucho más de sí. Según aseguraban varios medios, Michael participó junto a un grupo de amigos en una partida de póker en el casino Caesar Palace. Sin embargo, parece ser que era un simple rumor, ya que Phelps se encargó de desmentirlo en su perfil de las redes sociales. "Ojalá hubiera ganado 100k (80.000 euros) Jajaja aunque no es cierto...", escribió.
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