Como todos los años, Eugenia Martínez de Irujo está pasando unos días de vacaciones en Ibiza. Allí está acompañada por su madre, que llegó a la isla a principios del mes de agosto, su hija, Cayetana, y sus sobrinos Luis y Amina, hijos de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova.
Mientras se tramita la complicada situación sobre la custodia de su hija, la duquesa de Montoro se relaja en su isla preferida y también aprovecha para viajar a la vecina Formentera, donde la hemos visto con Cayetana, que cumplirá 13 años el próximo mes de octubre. Madre e hija, acompañadas por unas amigas, fueron a pasar el día allí y estuvieron paseando por el muelle, donde como cada verano hay una multitud de puestos y Eugenia, que iba con pareo rosa y una camiseta blanca, no se pudo resistir y terminó comprando algo.
Antes de viajar a Ibiza, Eugenia también estuvo al lado de su madre en San Sebastián, quien en estos difíciles momentos se ha convertido en su mejor apoyo. La duquesa de Alba ya expresó, durante su estancia en el País Vasco, su disgusto ante la demanda de Francisco Rivera por la custodia de Cayetana: “Me parece muy mal la demanda de Francisco, pero prefiero no hablar de eso. A mí no me dijo nada”. También dijo que no iría a la corrida goyesca de Ronda a la que le gusta ir cada año y que organiza el torero, a no ser que lleguen a un acuerdo: “Si se arreglan las cosas de buena manera, volveré a ser la que fui, porque yo quiero mucho a esa familia”. Pero mientras llega el momento de la resolución, bien por medio de conversaciones, o en una vista oral tras la presentación de la demanda, a la que Eugenia se opone, madre e hija permanecen más unidas que nunca.
Por su parte, Francisco Rivera no quiere hablar de la petición de la custodia de su hija y tampoco le importan los comentarios que ha generado este tema: “No quiero saber lo que se comenta. No tengo nada que decir”, decía el diestro, que se encuentra volcado en la temporada taurina y cuenta con el apoyo incondicional de su novia, Lourdes Montes.
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