Los últimos días han sido los más duros que ha vivido Susana Uribarri. El fallecimiento el pasado día 23 de julio de su padre, José Luis Uribarri, la ha dejado sumida en una profunda tristeza. El popular presentador, conocido cariñosamente como La voz de Eurovisión, murió en el hospital madrileño de Montepríncipe a causa de una hemorragia cerebral, una pérdida que ha supuesto un duro golpe para la familia.
En estos momentos, si algo no le falta a Susana es el cariño de su pareja, Darek, a quien vimos a su lado en el entierro de su padre y de sus amigos, Patricia Olmedilla y su marido, Gonzalo de la Cierva, con los que ha pasado cuatro días en Ibiza acompañada también por su hija, Carlota, casi recién aterrizada de Londres, y a la que Susana prometió unas vacaciones juntas.
Muy afectada y con una sonrisa pero con una mirada que reflejaba su profunda tristeza, Susana ha regresado a Ibiza, una isla que, tal y como aseguró en su perfil personal de Twitter, le trae a la memoria felices recuerdos. “Papá, tu hija y tu nieta no dejamos de pensar en ti (4 días en una isla) donde tú me trajiste de pequeñita por primera vez. Más cerca que nunca. Te quiero”. Con su hija y un grupo de amigos, Susana salió a navegar en un yate, donde se la pudo ver en algunos momentos ausente y con gesto triste.
Poco a poco y gracias a los que están a su alrededor, Susana, quien se encontró en Formentera con la modelo María José Suárez durante una de las breves paradas que realizó el yate, va recuperando la sonrisa tras este duro golpe, algo que a su padre le gustaría. “Tenemos que ser fuertes y seguir adelante, porque seguro que él desde arriba nos verá y lo que lo más le puede gustar es que seamos fuertes, que sigamos luchando y cuidándonos todos y sacando fuerzas” dijo Susana tras la muerte del presentador. Un deseo que ella se esfuerza en cumplir.
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