Los sueños se cumplen e Irene Villa acaba de sumar uno más a su lista de deseos que finalmente se han hecho realidad. La periodista dio a luz el pasado sábado mediante cesárea a su primer hijo, un niño, que ha llenado de felicidad a Irene y a su marido, Juan Pablo Lauro, y al que han decidido ponerle el nombre de Carlos. Una decisión que, según confesó la feliz mamá en las páginas de la revista ¡HOLA!, no fue complicada ya que el abuelo paterno y una persona especial para Irene, un tío suyo fallecido pocos días después de que ella y su madre sufrieran el atentado, se llaman así.
"Muchísimas Gracias a tod@s! muy felices!! también por vuestros cariñosos twits y alegría compartida. Comienza 1 vida aun más agradecida y recompensada", escribió Irene en su perfil de las redes sociales. "Muy felices!!! Irene está fenomenal y el bebé estupendo!!! Gracias a todos por el cariño que dan a irene!!", añadió su marido en Twitter.
A pesar de que confesaron que no era un bebé buscado, desde el momento en el que supo que estaba embarazada, su vida cambió y no podía creerse que fuera a cumplir su sueño de formar una familia. "Este es el sueño de mi vida, el sueño con mayúsculas… que he ido retrasando durante años porque hasta ahora no había aparecido la persona con quien compartirlo", confesó Irene en una reciente entrevista concedida a ¡HOLA!.
La noticia no sólo ha llenado de felicidad a la pareja, sino también a los felices abuelos, que están encantados con el nacimiento del bebé. "Mis padres están como locos. Mi padre siempre dice que él quiere a todos sus nietos, pero que el mío siempre será especial porque es como un regalo caído del cielo. "No creía ni que tú ibas a vivir, así que imagina que tengas un hijo", me dijo en una ocasión. Mi padre siempre tenía presente la duda de pensar si su hija, después del atentado, podría llegar a ser madre. Aunque no hubiera pasado nada, porque hubiese adoptado", añadió.
Y es que Irene y Juan Pablo, que se dieron el 'sí, quiero' en junio de 2011 en la Iglesia de San Francisco el Grande de Madrid, no quieren tener sólo un hijo, sino por lo menos dos o tres. "El problema es que las Olimpiadas de esquí son en 2014, y mi equipo apostaba porque fuese yo. Pero claro, si me quedo embarazada en 2013, para el 2014 voy un poco justa. Pero será lo que el destino quiera. Ojalá que sí", concluyó.