Richard Branson se prepara para otra boda por todo lo alto: su hijo Sam se ha comprometido
El hijo del magnate, de 26 años, le pidió matrimonio a su novia Isabella, mientras estaban de viaje en Madagascar
Seis meses han pasado de la boda de Holly Branson, hija del magnate Richard Branson, en la su isla privada del Caribe, y ahora, la familia se prepara para otra boda por todo lo alto, la de su otro hijo, Sam, de 26 años.
La chica con la que pasará por el altar es Isabella Anstruther-Gough-Calthorpe, de 32 años, con quien ha mantenido una relación desde hace siete años, con algunos altibajos, el último de ellos en 2010 cuando rompieron, pero meses después retomaron su noviazgo. Ella es actriz y ha trabajado en películas como Nueva York para principiantes, donde compartió cartel con Megan Fox y Kirsten Dunst. Además, pertenece a una familia con un árbol genealógico de prestigio que se remonta al siglo XVII y es hija de la millonaria lady Mary Gaye-Curzon. En su círculo de amigos se encuentra el príncipe Guillermo de Inglaterra y fue una de las invitadas más elegantes en la Boda Real de los duques de Cambridge.
Según la prensa inglesa, la petición de mano fue muy original. Ocurrió mientras estaban de viaje en Madagascar, donde fueron a visitar la reserva Beventy, conocida por sus colonias de lémures, con la compañía de su padre. Al parecer, la pregunta se la hizo de rodilla en una de las paradisíacas playas de esta isla africana y ella dijo “sí”.
Amigos cercanos a la pareja dicen que los dos están muy emocionados con el gran paso que van a dar. Así que otra gran boda está a la vuelta de la esquina, aunque todavía no se sabe si el escenario volverá a ser Necker Island, la isla privada de Richard Branson, donde Holly y Freddie Andrews se dieron el “sí, quiero”, las pasadas navidades. En esta ocasión, la fiesta duró cuatro días y los cien invitados al enlace, entre los que se encontraban las princesas Eugenia y Beatriz, y Kate Winslet, se lo pasaron en grande.
Todavía no hay fecha para el gran día de Sam e Isabella, pero lo que sí está claro, es que será otra boda de ensueño.