De momento no podrá ser, al menos no como a ella le gustaría que fuera. María José Campanario ha vuelto a dejar sus estudios de odontología en la Universitat Internacional de Catalunya, en Barcelona, donde comenzó las clases el pasado 8 de noviembre. Su familia la necesita y esa es la razón de mayor peso que podría encontrar la mujer de Jesulín de Ubrique para poner fin a este sueño, que considera aplazado pero no truncado.
María José Campanario pasaba cuatro días a la semana en el campus Sant Cugat del Vallés y aunque el resto de los días los pasaba en Ambiciones, Cádiz, sus hijos la echaban mucho de menos. Durante los días que Campanario se dedicaba por entero a sus estudios residía en la casa que sus padres tienen en el Vallés, consiguiendo así que este esfuerzo que estaba realizando fuera más llevadero.
Pero aunque María José ha vuelto a dejar los libros de lado para cuidar de los suyos, Campanario continuará con el grado superior de Protésico Dental en la Escuela Técnica Superior Antonio Solis de Sevilla, la misma en la que consiguió plaza cuando fue expulsa de la Universidad Europea de Madrid tras haber sido condenada en la Operación Karlos, y que dejó en un segundo lugar cuando le llegó la carta de admisión de la universidad catalana.
Cerca de su familia y mucho más aún de su marido y sus dos hijos, María José realizará este curso a distancia teniendo tan solo que asistir en Sevilla en determinadas ocasiones, para hacer las prácticas o realizar los exámenes.
Maria José pone de esta manera punto y aparte a su accidentada etapa universitaria, una etapa que quizás vuelva a retomar una vez que sus hijos sean mayores.