Irene Villa vuelve a recordar en un libro la tragedia que vivió a los doce años

por hola.com

No se puede borrar el pasado, pero se puede sacar lo mejor de él. Lo vivido sirve de experiencia y lo que somos es un cúmulo de todo aquello que hemos aprendido, asimilado y experimentado. El pasado no se puede cambiar, olvidar, editar o borrar... solo tenemos que aceptarlo y superarlo, tal y como ha hecho Irene Villa, una auténtica mujer coraje que ha echado la visa atrás para contar en un libro un capítulo imposible de olvidar de su vida.

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Irene, a quien una bomba de la banda terrorista ETA destrozó sus piernas cuando tan solo tenía 12 años, lanzaba en marzo su libro Saber que se puede, veinte años después, en donde reflexiona sobre sus nuevas vivencias: su carrera como periodista de investigación, la dura operación que cambió por completo su vida, y, sobre todo, su dedicación en cuerpo y alma al deporte, un valeroso y esperanzador testimonio de alguien que pudo haberlo perdido todo y que gracias a su fortaleza superó todas las barreras. Ahora, cuando está a punto de finalizar el año, esta mujer, quien se ha convertido en un ejemplo de superación, ha vuelto a revivir su trágica historia, aunque en esta ocasión lo ha hecho mano a mano con Ignacio Gordillo, junto al que ha creado la obra Memorias de un fiscal, en el que ha contado sus treinta años en la Audiencia Nacional luchando contra el terrorismo.


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En este libro, en cuya presentación en el rastrillo Nuevo Futuro Irene ha estado arropada por su marido, Juan Pablo Lauro, y su madre, María Jesús, la valiente periodista ha revivido la tragedia que le tocó vivir cuando tenía doce. "Ha sido un gran reto" —dijo Irene—, añadiendo que el libro es "un homenaje a las víctimas y una oda a la independencia judicial", para concluir: "Creo aún más en la Justicia ahora que conozco todo lo que se ha venido haciendo en la Audiencia Nacional".

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Por su parte, Ignacio Gordillo manifestó: "Irene es un ejemplo extraordinario, pues es una persona de valores como la tolerancia, el perdón y el amor". Y añadió: "Este libro es un homenaje permanente a las víctimas. De hecho, todos los beneficios de la obra irán a parar a asociaciones de víctimas del terrorismo".