Nicolás Sarkozy y Carla Bruni vivien en una nube desde que su primera hija llegó al mundo hace apenas dos semanas. Por ello, y pesar de que en los últimos días ha tenido que cumplir con diferentes compromisos de su agenda, el presidente francés ha aprovechado para escaparse con su mujer y su pequeña Giulia a una de sus residencias presidenciales, La Lanterne, en Versalles. Vestidos de forma informal, la pareja aprovechó el buen tiempo para disfrutar de un agradable paseo por los jardines y, aunque estuvieron en todo momento acompañados por varios miembros de su equipo de seguridad, no dejaron de mirar embelesados a su hija que iba en brazos de su mamá arropada con una manta de color oscuro. Desde que nació Giulia, se ha convertido en el centro de toda la familia y sólo hay que ver sus rostros para darse cuenta de que están viviendo uno de los momentos más dulces de toda su vida.
Se trata de la primera vez que vemos a Nicolás y Carla juntos con su pequeña, ya que en las últimas semanas tan sólo pudimos ver al dirigente francés visitando la clínica La Muette y a la ex modelo abandonando sola el centro cuando recibió el alta hospitalaria el pasado 23 de octubre con su pequeña en brazos. "Estoy muy conmovida por los numerosos mensajes de felicitación que hemos recibido desde el nacimiento de nuestra hija Giulia", han sido las únicas palabras de Bruni desde el nacimiento de su hija. Y es que aunque ya intentó llevar su embarazo con la mayor discreción posible e intentó disimularlo hasta que su 'tripita' se lo permitió, la cantante quiso dejar muy claro desde un principio que va a hacer todo lo que esté en su mano por mantener a su pequeña fuera de cualquier exposición pública. "Haré todo lo posible para proteger a este futuro hijo, y con el mayor vigor", por lo que "no le expondré nunca", aseguró.