Desde que este pasado miércoles llegó al mundo la primera hija de Nicolás Sarkozy y Carla Bruni, la recién nacida se ha convertido en el centro de todas las miradas de la familia. De hecho, aunque el primero en hablar de la pequeña fue el presidente francés, que aseguró que estaban "muy felices" y que tanto la madre como el bebé estaban perfectamente, fue la cantante y exmodelo la que desveló uno de los secretos mejor guardados, su nombre: Giulia.
La primera dama de Francia continúa ingresada en La Muette y, aunque continúan bajo unas estrictas medidas de seguridad, durante estos días hemos podido ver a numerosos familiares y amigos que no han querido perder la oportunidad de conocer a la recién nacida. Tras volver a la clínica a primera hora de la mañana para ver a su mujer y a su hija, Sarkozy retomó los actos de su agenda oficial. Uno de los más esperados era el hijo de Carla, Aurélien, de 10 años, fruto de su relación con el filósofo Raphael Enthoven. El pequeño llegó acompañado por su padre y al bajarse del coche no pudo evitar mirar con una gran sonrisa a los fotógrafos que están día y noche en la clínica esperando a que su madre salga con su hija en brazos.
También quiso conocer a su nueva hermana el hijo mediano de Nicolás Sarkozy, Jean, de 25 años, que visitó el centro hospitalario junto a su mujer, Jessica Sebaoun. Sin duda, las que estarán rebosantes de felicidad serán la madre de Carla, Marisa Bruni Tedeschi, y su abuela, Renee Planche, que salieron muy contentas y sonrientes después de haber conocido a la pequeña. "Estoy muy conmovida por los numerosos mensajes de felicitación que hemos recibido desde el nacimiento de nuestra hija Giulia", publicaba la primera dama en su página web agradeciendo todas las muestras de cariño que ha recibido desde que se convirtió en madre por segunda vez.
Durante estos días tampoco han dejado de llegar regalos y ramos de flores para felicitar a la familia Sarkozy-Bruni por el nacimiento de una niña que no sólo se ha convertido en noticia en medio mundo sino porque es la primera de un jefe de Estado francés en ejercicio desde la instalación de la República. Los que todavía no se han dejado ver por la clínica La Muette han sido los otros dos hijos de Nicolás Sarkozy, Pierre, de 26 años, hermano de Jean, fruto de su matrimonio con Marie-Dominique Culioli, y Louis, de 14, de su relación con Cécilia Ciganer-Albéniz.
En la entrevista que Carla Bruni concedió tres días antes de dar a luz en el palacio del Elíseo, aseguró que ser primera dama "es un honor y toda una experiencia", y que se implicará "todo lo posible" en una nueva eventual campaña electoral de su marido. "Nunca he hecho campaña antes, no sé lo que debe hacer una esposa. Creo que se elige al candidato, no a su pareja. En Estados Unidos las mujeres participan mucho (...) pero Francia es otro país, con tradiciones distintas", confesó la exmodelo al periodista Benoît Duquesne, responsable del programa Complément D'Enquête, que analiza las posibilidades de Sarkozy de revalidar el cargo, a seis meses de las Presidenciales.