El torero Juan José Padilla ha recibido el alta hospitalaria en Zaragoza tras la grave cogida que sufrió en la Feria del Pilar de la capital aragonesa. Mostrando las secuelas visibles de la terrible cogida en su rostro, el diestro que tendrá que suspender la temporada en América, afronta su recuperación con esperanza y asegura que se volverá a vestir de luces la próxima temporada porque "así está escrito en esta profesión".
El diestro, de 38 años, recibió una cornada de gravedad en la segunda corrida de la Feria del Pilar. La cornada le atravesó el rostro y afectó gravemente al ojo izquierdo, la mandíbula, el pómulo y la nariz. Acompañado en la comparecencia ante los medios por los médicos que le atendieron, entre ellos, el jefe del Servicio de Oftalmología, Luis Pablo, afirmó que dedicará todo su tiempo a prepararse para la próxima temporada taurina. "No le tengo rencor ni a mi profesión ni al toro. El toro me ha dado mucha grandeza. He conseguido muchos triunfos y esto para mí ha sido un accidente", dijo el torero.
Padilla reiteró, por momentos entrecortado por la emoción, que volverá a vestirse de torero. "Porque así esta escrito en esta profesión y porque si Dios quiere voy a restablecerme pronto", precisó. El doctor Pablo calificó de "espectacular" la recuperación del torero en solo doce días, pero advirtió que el pronóstico "no es bueno". Aunque, añadió, "en medicina nunca se sabe y los milagros existen". El médico dijo que en las pruebas "exhaustivas" practicadas se aprecia "probablemente desprendimiento de retina" y una afectación a la conducción del nervio óptico que “desgraciadamente parece que está interrumpida".
El torero, que tiene previsto desplazarse a Oviedo para recibir atención médica en una clínica de esa ciudad, se mostró visiblemente emocionado y agradeció el trabajo del doctor Carlos Val-Carreres, cirujano jefe de la plaza de toros, y de todo su equipo. También tuvo palabras de agradecimiento para el personal del centro hospitalario, su familia y todos sus compañeros de profesión que le han visitado para darle su apoyo.
Padilla mencionó que algunos de sus compañeros le han regalado efectos personales, como una cadena con medallas de la virgen, que llevaba puesta y que besó en varias ocasiones durante su comparecencia ante la prensa. El diestro insistió en su deseo de "volver a ver la cara del toro". Aunque, se lamentó: "Desgraciadamente como podéis comprobar ahora tenemos que trabajar profundamente en poder recuperar la visión del ojo y si es posible la recuperación maxilofacial". "Voy a dedicarle todo el tiempo posible para recuperarme al cien por cien para la próxima temporada", afirmó.
El torero reconoció que no pensaba que la cornada había sido tan grave y por ese motivo le pidió en un primer momento a su apoderado que mantuviera las corridas en América. "Mi familia sabe que esto es mi vida, mi profesión y saben que voy a luchar hasta lo indecible para volver a la cara del toro porque es mi felicidad, porque el toro me ha dado triunfos magníficos y porque un toro me haya pegado esta cornada no le voy a guardar rencor ninguno", agregó el diestro jerezano.
Padilla aseguró que no ha visto con detenimiento aún las imágenes de su cogida. "Sé que me causará impresión, pero no me importará verme", afirmó. "Estoy preparado y estoy ilusionado para afrontar esta etapa nueva de mi vida, para afrontarla con honradez y con ilusión", concluyó.