Llevan una década juntos, y aunque ha habido algunos que han querido acabar con su amor inventándose rumores, lo cierto es que Enrique Iglesias y Anna Kournikova siguen tan enamorados como el primer día. La extenista, que se encuentra inmersa en la participación de un reality en el que ayuda a un grupo de personas a perder peso, ha concedido una entrevista a la revista americana Women’s Health "a corazón abierto".
Kournikova, quien es difícil que pase desapercibida con esa impresionante figura y esa llamativa melena rubia, no tiene ninguna prisa por pasar por el altar, pues después de diez años juntos y de la estabilidad que ha conseguido al lado de Enrique sabe que un anillo no va a cambiar sus sentimientos. "El matrimonio no es importante para mí. Estoy en una relación feliz y eso es que verdaderamente me importa" ha comentado Anna, para agregar a continuación, con el fin de que sus palabras no se malinterpretaran: "Creo en el compromiso, y en el respeto y en la confianza del uno hacia el otro".
Gran apasionada de los deportes, Anna tiene una cosa muy clara, y es que ella, pese a quien le pese, quiere ser madre y parece que el reloj biológico ha comenzado a llamar a su puerta. "Estoy desesperada por tener hijos y si no tengo propios los adoptaré. Me encanta cuidar de las personas" afirmaba la extenista, quien manda de esta manera un mensaje "subliminal" a su chico.
Pendiente ahora de no defraudar a la audiencia en su papel de entrenadora dentro del show de la NBC The Biggest Loser, Anna, quien sigue manteniendo una estricta dieta a pesar de no pisar las pistas, tiene una mensaje muy claro para los participantes que buscan su peso ideal: "Cualquiera puede cambiar su cuerpo. Pero hay que trabajar para ello". Un cuerpo 10, que sin duda, no le importaría que sufriera alguna modificación si fuera para albergar a su primer hijo.