Queda menos de un mes, poco menos de tres semanas, para que la duquesa de Alba le de el “sí quiero” a Alfonso Díez y a tan esperado día no deja de rodearle la polémica. Primero fueron las rotundas declaraciones de doña Cayetana sobre su nuera Inka Martí, mujer de su hijo Jacobo, a las que siguieron un comunicado de este asegurando que se sentía “sorprendido” por las mismas. Cuando parecía que la duquesa y sus hijos habían limado asperezas en cuanto a Alfonso Díez... Ajena a los últimos acontecimientos, la duquesa continúa con los preparativos de su enlace y sus hijos con sus respectivos compromisos y citas.
Estos se han mantenido al margen de este conflicto familiar y así ni Cayetano, que acudió al campeonato europeo de hípica de Madrid, ni Eugenia, que fue al estreno de la obra de teatro The hole, han querido valorar el tema. Doña Cayetana capea “el temporal” de comentarios y se concentra en lo importante: su vestido de novia. Los diseñadores Victorio y Lucchino, fieles a su clienta, no quieren desvelar el secreto mejor guardado y sólo aseguran que no será blanco. Pero de formas, tejidos o detalles, ni palabra.
“Sólo podemos decir que será coherente para ella, para el tipo de persona que es, para cómo va a ser su boda, que va a ser íntima, en su palacio” han dicho. La futura novia podrá hacerse la primera prueba el próximo lunes día 19 de septiembre. ¿Estará nerviosa? Rodeada de una enorme expectativa, esta boda es uno de los acontecimientos más esperados de la temporada, tanto que, como viene siendo habitual en estos casos, la gente intenta adivinar qué ocurrirá el gran día.
La pregunta del millón es de qué color desfilará hasta el altar por tercera vez y en eso precisamente se centran las pujas. En la casa de subastas BetVictor se pueden ganar 1.364 euros por euro jugado si opta por el beige, la apuesta más popular, aunque si fuera el morado el elegido se pagarían 10 euros por uno jugado. También gana la ausencia de velo y el color azul para la corbata del novio. Las pujas llegan además al color del vestido de Eugenia, van ganando los tonos tierra, y la corbata de su ex marido Francisco Rivera, en la que triunfa el color azul.