Estamos acostumbrados a verle dirigiendo a su equipo sobre el campo, dando ruedas de prensa o recogiendo trofeos en, prácticamente, cada torneo en el que participa con su club. Sin embargo, en lo que a su vida personal se refiere, Pep Guardiola se muestra muy celoso de su intimidad y la de los suyos. Quizás por eso, verle rodeado de su familia en actos públicos es, a día de hoy, más sorprendente que verle ganando títulos deportivos.
Pero la ocasión lo merecía y por eso, el deportista se rodeó de su mayor 'orgullo', su familia, para recoger la Medalla de Oro que le ha otorgado el Parlamento Catalán por su contribución al mundo del deporte. A su llegada, y entre aplausos y gritos de "¡Enhorabuena!" y "¡Eres el mejor!", pudimos verle con su mujer, Cristina Serra, con la que lleva más de veinte años, y sus tres hijos: Marius, de10 años; María, de 8; y Valentina, de 3, a la que su padre sostenía en brazos a su llegada al Parlamento Catalán. Pero además de su mujer y sus hijos, sus padres, Dolors y Valentí, y sus hermanos, Fran, Olga y Pere, también quisieron acompañarle en este día tan especial.
El míster recibió el galardón de manos de Nuria de Gispert, presidenta del Parlamento Catalán, y en su emotivo discurso, de diez minutos de duración, Guardiola expresó la "pasión" que siente por su oficio y desveló que la preparación de cada partido es un "instante mágico" cuando cree haber dado con la fórmula adecuada para ganar el encuentro. También habló del esfuerzo necesario para conseguir objetivos: “Si nos levantamos pronto y nos ponemos a trabajar, somos un país imparable”. Y, a pesar de haberse quitado méritos por los títulos conseguidos como entrenador del primer equipo azulgrana afirmando "Sólo fui el elegido", él, de esfuerzo y logros sabe mucho ya que en 1991 ganó su primera Liga con el Barça, el primer título de los 16 que tiene como jugador; y, a día de hoy, en 2011, ya suma 12 como entrenador del Barcelona. En su discurso también recordó sus comienzos deportivos y tuvo palabras para Joan Laporta y para su familia.
Además de su palmarés deportivo, Guardiola también es conocido por su impecable estilo dentro y fuera del campo. Desde que pisase la desaparecida Pasarela Gaudí de la mano de Antonio Miró, cuando aún era jugador del equipo culé, Guardiola ha ido convirtiéndose, poco a poco, en un auténtico trendsetter del deporte, sin necesidad de estridencias. Y, a la vista de las imágenes, su mujer comparte con él esta ‘afición’ por la moda.
Para la ocasión, el deportista eligió un traje entallado de color azul, con camisa gris clara y corbata en gris marengo. Ella, por su parte, llevó un sencillo vestido negro con escote asimétrico y unos 'peep-toes' del mismo color. El 'hombrecito' de la casa, Marius, emuló a su estiloso padre con unos pantalones grises, una camisa azul y una corbata con la que parecía muy cómodo. Las niñas lucieron idénticos vestidos negros jaspeados y bailarinas de color gris. Sin duda, un ejemplo de familia compenetrada que, si bien no dará que hablar por sus apariciones públicas, sí podría hacerlo por su discreción y su buen gusto.