Sara Carbonero e Iker Casillas están dando su particular vuelta al mundo en estas vacaciones veraniegas. El destino de esta semana, tras disfrutar de unos días en España, la pareja ha cruzado el charco para llegar al último destino de este 'tour' tan especial: China. Allí, el portero del Real Madrid y la Selección española tenía diversos actos programados con su fundación y Sara, que también está de vacaciones, ha aprovechado para acompañarle.
El jugador y la periodista ocuparon un lugar preferente en el palco del estadio del club Beijing Guoan que se enfrentó al Shanghái Shensua en un duelo solidario en el que además Iker fue el encargado de hacer el saque de honor. Como si de un héroe se tratara, Casillas fue recibido entre aplausos y vítores de todos los seguidores que no quisieron perder esta oportunidad tan especial y no dejaron de corear su nombre. Después, Iker regresó al lado de Sara y juntos disfrutaron de un partido en el que Pekín y Shaghái, las dos ciudades más importantes del país asiático, mostraron sus mejores armas sobre el terreno de juego por una buena causa. Para la ocasión, y luciendo el bronceado que ha conseguido en sus vacaciones en la playa, la presentadora de deportes de Telecinco se decantó por un total look black y levantó pasiones a su llegada al estadio.
En su afán por dar una oportunidad a esos niños y jóvenes que no han tenido tanta suerte como él pero que se merecen cumplir su sueño de convertirse en profesionales del mundo del fútbol, Iker ha viajado hasta China, país al que volverá el próximo 30 de julio con el Real Madrid para disputar los dos últimos partidos de pretemporada antes de que comience la Liga, para visitar la fundación que lleva su nombre y pasar un rato con las futuras promesas de de este deporte.
Durante estos días, el portero del club blanco ha mostrado su faceta más solidaria participando en una cena benéfica donde subastó varios artículos deportivos para recaudar fondos para el fomento del deporte y de la educación en las zonas menos afortunadas de China. Entre los artículos subastados se encontraban un guante firmado por él, una camiseta de la selección española y un balón "Jabulani" con los autógrafos de los campeones del mundo y dos de sus camisetas, una del Real Madrid y otra de la selección.
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