Con sus hijos Luis y Amina entre el público, Cayetano Martínez de Irujo ha presentado un documental sobre su vida que ha grabado para el canal Bio, en el que muestra cómo es su vida como deportista y a raíz de esta faceta se descubren otras como la de hijo, padre y hermano.
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Muy sincero, el hijo de la Duquesa de Alba ha hablado sin tapujos de temas tan candentes como la relación de su madre con Alfonso Díez, y muestra claramente su oposición a esta posible boda: “Estoy absolutamente de acuerdo con su relación, si dicen que es tal. Lo que no pueden es casarse”. El conde de Salvatierra explica que el principal motivo por el que se opone es que su madre tiene una función histórica muy importante y es ser duquesa de Alba y por eso no le gustaría que su madre pasara por el altar: “Mi madre se compone de dos personas: la duquesa de Alba y Cayetana. Hay que saber dónde empieza una y dónde acaba la otra. Cayetana hace lo que quiere hasta donde empieza la duquesa, que hace lo que debe y todo lo que conlleva ser duquesa”. Respecto a Alfonso, asegura que le conoce y no tiene nada en contra de él: “Alfonso es un señor al que he visto tres veces y respeto mucho la relación de mi madre con él”.
También confiesa que uno de los momentos más difíciles de su vida ha sido su separación de Genoveva Casanova: “Hay un punto que para mí es un poco triste: mi separación. Para mí el fracaso matrimonial ha sido muy difícil de encajar porque quiero mucho a la madre de mis hijos, la valoro mucho y no lo hemos sabido gestionar”. A pesar de su separación, la relación de Cayetano y Genoveva es muy buena y por eso, doña Cayetana ha expresado en varias ocasiones su deseo que volvieran a estar juntos, algo sobre lo que el jinete bromeó: “Mi madre todavía está con la reconciliación de Fran y Eugenia y no te habla de la de su tío abuelo porque ya no están, porque para mi madre las reconciliaciones son históricas. Para mí Genoveva es muy especial, yo la respeto y la quiero enormemente. Fue muy triste de digerir y muy triste que no lo supiéramos gestionar. Cuando nos casamos no nos conocíamos y cuando vinieron nuestros hijos, no nos conocíamos”.
Durante los baches que ha ido encontrando en su vida hay una persona que siempre ha estado a su lado y a la que asegura que quiere con locura, su hermana Eugenia: “Lo fue todo para mí. Nos quedamos tan desamparados cuando murió mi padre, en una casa tan difícil, en una familia con ese toque británico en versión española y ella con 3 años… Luego vino la época de Jesús Aguirre, que fue muy difícil. Con mi hermana intente ser padre, amigo, hermano. Lo intenté ser todo para ella y no sé lo que conseguí. Hombre que pasa por ella, lo machaca. Para que se defendiera de los hombres le conté de todo, así que los torturaba a todos. Pero bueno, es lo que se me ocurrió, no supe hacerlo de otra forma”.
Por último, habló de su relación con los medios de comunicación, que en una época fue difícil, pero que ahora es buena: “Esto ha sido como la gran reconciliación porque ha habido momentos en los que hemos estado distanciados y un poquito peleados la prensa y yo. Mis hijos estuvieron bastante traumatizados en un comienzo, porque estaban asustados por los flashes, las agresiones… y lo pasaron mal. Ahora mismo vienen aquí, conviven con ustedes y están alegres. Les he traído porque quiero que vean a los periodistas no como unos señores que nos atacan, sino como unos señores que informan”.