Rapahel ha regresado a su ciudad natal por un motivo muy especial, inaugurar el museo que reúne una colección de objetos y documentos personales que no sólo tienen un significado muy especial para él, sino que además marcaron su trayectoria profesional. Emocionado por el honor que le han concedido, el cantante estuvo arropado por su mujer, Natalia Figueroa, y sus hijos, Jacobo, que acudió con su mujer, la actriz Toni Acosta, y Alejandra, que no se separó de su marido, Álvaro Arenzana, sino también por su consuegro y presidente del Congreso de los Diputados, José Bono.
El acto de inauguración contó además con la presencia del torero Rafael Palomo Linares y la cantaora Carmen Linares, un gesto que el artista agradeció y bromeó afirmando que con ellos compartía apellido, ya que desde un principio le pusieron el apodo de "El niño de Linares". El museo se encuentra en la segunda planta de El Pósito, un antiguo edificio del siglo XVIII rehabilitado, que reúne la historia y el patrimonio cultural de la ciudad y que a partir de ahora ofrecerá a los visitantes la posibilidad de disfrutar de numerosas piezas que forman parte de la carrera artística de Raphael, incluyendo mobiliario, trajes, discos y premios.
Agradecido por todo el cariño y el calor que le mostraron los ciudadanos de Linares, Raphael afirmó que "más que como un reconocimiento" ve este lugar como si fuese su casa, donde irá dejando más cosas, con la ventaja de que es un museo dedicado a una persona que está "totalmente en activo". Por su parte, el alcalde de Linares, Juan Fernández, declaró que este museo se ha realizado porque se lo deben al cantante, porque están orgullosos de él y "porque lleva el apelativo de linarense por todo el mundo".