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Como buena amante del flamenco y del arte, doña Cayetana no ha querido perderse el estreno en el Teatro Quintero de Sevilla de la obra basada en su vida, Cayetana, su pasión, de la bailaora Cecilia Gómez. La Duquesa de Alba fue acompañada por sus hijos Eugenia, Carlos y Cayetano Martínez de Irujo, que llevaba un gran ramo de flores en la mano. Muy moderna, con un vestido en tonos negros y rojos con pedrería y un abrigo rojo, pudo disfrutar una vez más de este espectáculo que ya había visto en Madrid. Esta era la primera aparición en un acto público de Cayetano, después de haber estado la semana pasada ingresado en un hospital de Madrid durante tres días por una afección intestinal, de la que se encuentra totalmente recuperado.
Tampoco faltó Francisco Rivera, que fue acompañado por su amigo y compañero en el programa de televisión El Sol, la Sal, el Son, Jesús Quintero, y los diseñadores Victorio y Lucchino, encargados del vestuario de la obra. Para el torero fue una noche de reencuentros con sus exparejas, que lejos de ser una tensa situación, fue una noche agradable, ya que con ambas guarda una excelente relación. A pesar de haber terminado su noviazgo con Cecilia hace un año, Francisco siguió adelante con el proyecto de esta obra flamenca y por su puesto, dando su apoyo a la bailaora. Con su ex mujer, Eugenia Martínez de Irujo su relación siempre ha sido ejemplar, sobre todo porque a pesar de haber puesto fin a su matrimonio tienen algo que les unirá toda la vida, su hija Cayetana. A su llegada al teatro, el torero reconoció que estaba muy emocionado por lo que significaba para él este día y no quiso hablar de ningún tema que no fuera la función de flamenco, recalcando que la protagonista de la noche era Cecilia.
Nada más finalizar el espectáculo, pudimos conversar con la duquesa de Alba, que estaba “feliz y encantada” con la puesta en escena de la obra: “Ha mejorado con el paso del tiempo, está todo muy bien contado”. Los hijos de doña Cayetana que, no era la primera vez que veían la obra, quedaron encantados igualmente con el debut en la capital andaluza. Al terminar el espectáculo, Cecilia bajó del escenario y se dirigió a la tercera fila, donde estaba sentada la duquesa de Alba y sus hijos. Quiso tener un detalle con Cayetana haciéndole entrega de un precioso ramo de rosas blancas, gesto que la aristócrata agradeció con un beso. Al descender por las escaleras, Cecilia también tuvo gestos de cariño y agradecimientos públicos con Francisco.
El diestro, con los nervios a flor de piel, pero feliz y orgulloso de la gran aceptación que había tenido el estreno en Sevilla, hablo ya más sereno con los medios de comunicación. Francisco se desvivió en elogios hacia el espectáculo y hacia su hija “Cayetana es mi verdadera pasión. Estoy viviendo este día con nervios, pero contento. Traer aquí este espectáculo es muy importante para nosotros. Cecilia y yo siempre hemos tenido una relación muy especial, primero fue como pareja, luego vino la amistad y ahora estamos de nuevo juntos por el trabajo”, sentenció.