El Presidente y la Primera Dama de Francia dieron la bienvenida a las tradiciones prenavideñas presidiendo en el Palacio de Elíseo la anual entrega de regalos a los niños. Un acto en el que Nicolás Sarkozy y Carla Bruni disfrutaron tanto o más que sus pequeños invitados. Carla, muy elegante con un traje de chaqueta color negro, fue la encargada de distribuir los presentes a los niños y niñas a los pies del árbol de Navidad y recibió con una amplia sonrisa las numerosas muestras de cariño de los más pequeños.
Hasta el Elíseo se acercaron 600 niños y niñas entre seis y diez años de edad que antes de recibir sus regalos asistieron a un divertido espectáculo infantil en el teatro Mogador de París. Los pequeños invitados al acto eran huérfanos de soldados, bomberos, policías franceses y afectados por la tormenta Xynthia que dejó al menos 57 muertos el pasado mes de junio en Europa, la mayoría en Francia.
Por la mañana, la esposa del presidente francés volvió a convertirse en ‘Mamá Noel’ para repartir ilusión a los más pequeños pero en esta ocasión cambió las dependencias del Elíseo por las del Hospital de Garches. Carla Bruni, en nombre de su fundación (www.carlabrunisarkozy.org) y acompañada por el ex ministro de Salud francés, Michele Barzach, visitó todas las salas de la planta de pediatría y entregó regalos a los niños y niñas allí ingresados además de un cheque por valor de 75.000 euros al centro para mejorar sus instalaciones.
En una entrevista concedida al diario Le Parisien, la esposa del jefe del Estado francés comentó que quiere "darle sentido" a su función de primera dama y que ésta pasa por ayudar "a los más desfavorecidos". "En mi situación, es difícil tener un papel político. A través del trabajo humanitario puedo ayudar a los otros, sin encontrarme en una situación de antagonismo", explicó Bruni, que comentó que desde su posición, se tiene "una influencia" que debe ponerse "al servicio de la gente", como hicieron "otras primeras damas francesas".