Esta semana, la revista ¡HOLA! entra por primera vez en la moderna y exclusiva casa en Madrid de Naty Abascal. Acompañada por su sobrina, Patricia Medina, heredera de la elegancia y el estilo de su tía, una de las mujeres más elegantes de 2010 declara: "Patrica es la hija que nunca tuve. Desde bien pequeña ha estado muy unida a mí. La quiero tanto..."
Naty posa en su joven y refinada casa de la capital, al tiempo que declara: "Aunque las casas nunca se acaban, ésta la he decorado de manera sencilla mezclando objetos que me he traído de todas las partes del mundo." Conviven en el salón una de sus fotos favoritas, la que le hizo el prestigioso fotógrafo Peter Beard para su libro, y un retrato en el que aparece caracterizada como la mítica pintora mexicana Frida Kahlo.
"Por supuesto que también hay una Naty Abascal ama de casa. Me meto en la cocina, ordeno armarios, arreglo mesas, voy a comprar flores... y me encanta ir al mercado de Chamartín" declara Naty, y añade: "Yo admiro, no envidio. Jamás he conocido la envidia. ¡Si yo hubiese sido envidiosa, con la cantidad de gente rica e importante que conozco, en las impresionantes casas que he vivido y en los barcos que he navegado!"
Esta leyenda viva de la elegancia recuerda también cómo fue la boda de su hijo Rafael Medina: "Fue como un sueño. Intenté ir discreta y elegante, porque ese no era mi día. Quien tenía que estar fantástica y guapísima era la novia. El traje era una maravilla. Yo le sugerí a Laura Giambattista Valli, le gustó y la acompañé. Siempre da pena que un hijo se case, pero, por otra parte, es ley de vida. Lo que quiero es la felicidad de mis hijos y si ellos son felices, yo también lo soy." Sobre su nuera, Laura Vecino, Naty afirma: "Nos llevamos fenomenal. Es una chica buenísima, trabajadora y, sobretodo, quiere muchísimo a Rafael, que es lo más importante para mí."