Carlos Moyá, arropado por sus padres y por Carolina Cerezuela, recibe un multitudinario homenaje en su ciudad natal

por hola.com

Anuncio su retirada el pasado 17 de noviembre en una emocionante rueda de prensa y bajo la atenta mirada de su pareja, la actriz Carolina Cerezuela. Pero un número uno como él no podía irse sin hacer ruido y por eso, tras un bonito adiós en el Court Central del O2 de Londres, por parte de los tenistas que le han acompañado a lo largo de su carrera, su ciudad natal quiso rendirle un merecido homenaje.

Amigos, familiares, compañeros de las pistas de tenis y un total de 1.400 personas se reunieron la noche del miércoles en el Trui Teatre del colegio La Salle de Palma para despedirse de Carlos Moyá, uno de los grandes del deporte español. En el mismo escenario en donde el tenista mallorquín comenzó a dar sus primeros raquetazos, Carlos iba a ser despedido tras una impecable carrera deportiva de 15 años.

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Acompañado también en esta ocasión por su novia, Carolina Cerezuela, Moyá llegó al colegio sin saber bien que era lo que le esperaba. Sabía que le iban a rendir un homenaje, pero no se imaginaba que tantas personas quisieran decirle su famoso ‘Hasta Luego, Lucas’. Con los ojos como platos al ver a la multitud, el tenista vivió una noche difícil de olvidar. “No será fácil contener las lágrimas. Tampoco me esforzaré. Hay que dejar que los sentimientos fluyan” declaraba el deportista al Diario de Mallorca minutos antes de dar comienzo el acto.

Los organizadores de esta particular despedida midieron todos los detalles al milímetro y los numerosos asistentes ayudaron a ello. Durante algo más de tres horas, Moyá recibió innumerables muestras de cariño de las personas que le vieron crecer en las pistas de Palma, hasta convertirse en el primer tenista español en alcanzar el primer puesto de la clasificación de la ATP. Se resumió su vida en imágenes, se relataron sus anécdotas y se volvió a vibrar con sus mejores jugadas.

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Arropado por sus padres, Andreu y Pilar Llompart, los grandes ausentes el día en el que anunció su retirada en rueda de prensa, siguieron emocionados el homenaje desde las primeras filas, pues han sentido la despedida de su hijo como propia, según recogían unas declaraciones publicadas por el Diario de Mallorca. "Vimos la rueda de prensa por televisión y fue un momento triste, nos embargó una emoción que nos hizo llorar a los dos", explicó Pilar. "Sabíamos que este día tenía que llegar, pero hubiéramos preferido que hubiera sido de otra manera", comentaba Andreu.

Otro grande, que tampoco quiso faltar a al cita, no solo por compartir profesión sino también amistad, fue Rafa Nadal, que reservó día en su agenda para despedirse como se merecía a este primer número uno del tenis español. Como si estuvieran en el salón de su casa Moyá y Nadal charlaron distendidamente como si no existieran las 1.400 personas que abarrotaban el teatro. Rafa definió a Carlos como "un pionero" del tenis y lamentó su adiós de las pistas: "He perdido a mi mejor amigo en el circuito", subrayó, poco antes de jugar en directo con el homenajeado un partido de fútbol en la 'play station' en una pantalla gigante.

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Todos los invitados que intervinieron en el homenaje, destacaron la "enorme calidad humana y deportiva" de Moyá. Entre ellos, sus primeros entrenadores Josep Perlas, Joan Bosch y Jofre Porta, y varios periodistas especializados en tenis.
Moyá tuvo que decir adiós a las pistas masacrado por las lesiones, una fractura por estrés en el pie derecho y, después, una tendinitis en el peroné y una lesión en la cadera frenaron en seco su carrera.

"No sé lo que haré a partir de ahora, pero espero estar siempre vinculado al tenis, un deporte que me lo dado todo en esta vida", dijo un emocionado Carlos Moyá, que eligió la canción My way de Frank Sinatra como fondo musical de algunos de los momentos de su carrera deportiva.