Los hijos mellizos de Luis Alfonso de Borbón y de su esposa venezolana, Margarita Vargas, que vinieron al mundo el pasado 28 de mayo, han sido bautizados hoy en la Capilla del Coro en la Basílica de San Pedro del Vaticano, según ha dado a conocer la familia en un comunicado remitido a la Agencia Efe.
Acompañados por sus familiares más cercanos quienes se han trasladado hasta Roma a lo largo del fin de semana, Luis y Alfonso, como han sido bautizados los mellizos respectivamente, “hijos del heredero de los derechos dinásticos de los franceses” recibieron las aguas bautismales “en una ceremonia de carácter intima y privada, aunque con todos los honores que corresponden al duque de Anjou”.
Carmen Martínez-Bordiú, su marido José Campos y Jaime Martínez Bordiú, entre otros invitados a la ceremonia, han sido testigos de evento oficiado por el cardenal Angelo Comatri, arzobispo de la Basílica de San Pedro y vicario general de su Santidad en la ciudad del Vaticano.
Los niños, que fueron presentados en exclusiva en la revista ¡HOLA! el pasado mes de junio, han contado con unos padrinos de excepción. Para el pequeño Luis han ejercido el papel de padrinos, la tía de Luis Alfonso, Arancha Martínez-Bordíu y Francisco D'Agostino, cuñado de los padres, mientras que, Alfonso fue apadrinado por Amparo Corell de Trenor, baronesa de Alacuas, persona muy próxima a Luis Alfonso, y Lorenzo Perales, amigo íntimo de los padres.
"Luis y Alfonso que llevan nombres vinculados a la familia, fueron inscritos en el registro Vaticano como altezas reales y duques de Borgoña y de Berri respectivamente, de acuerdo con las antiguas tradiciones francesas", explica detalladamente el comunicado.
Los mellizos, que residen en Nueva York desde su nacimiento, vistieron trajes de cristianar que pertenecieron a su abuelo, el Duque de Cádiz, y que también lucieron sus hijos Francisco, fallecido en accidente de tráfico en 1984, y Luis Alfonso, actual duque de Anjou, agrega el comunicado.
Los duques de Anjou tienen otra hija mayor, Eugenia, quien fue bautizada el 2 de junio de 2007 en la Nunciatura Apostólica de París, donde también fue inscrita como alteza real y princesa.
El duque de Anjou ha declarado que "el bautizo de mis hijos en la Iglesia católica, cuya historia está íntimamente ligada desde hace de mil años a mi familia, tiene un valor muy importante". "Luis Alfonso y Margarita se sienten muy ligados a los valores de la familia como base de la sociedad, donde la unidad es esencial para el equilibrio de los hijos", concluye la nota.