David Beckham ha hecho gala una vez más del padrazo que es. Se llevó a sus tres hijos, Brooklyn, de 11 años, Romeo, de siete y Cruz, de cinco, a disfrutar de una tarde de fútbol. La cita fue en el Emirates Stadium de Londres, donde se disputaba un partido de la Emirates Cup en el que se enfrentaban el Arsenal y el AC Milan. Y los dos hijos mayores de Beckham apoyaron al combinado italiano con la camiseta correspondiente. El futbolista está aprovechando sus últimos días en Europa para descansar junto a los suyos, pues el próximo 9 de agosto regresará a Los Ángeles.
David ejerció de orgulloso papá en ausencia de su esposa, Victoria, y estuvo en todo momento muy pendiente de sus tres hijos, que demostraron que además de encantarles el fútbol también son fans de Woody, el protagonista de Toy Story. Así, no dejaron de jugar con su réplica durante el encuentro deportivo. Pero esto no les impidió levantarse, aplaudir e incluso 'hacer la ola' cuando la fortuna sonreía a su equipo, lo que provocó las carcajadas de su padre.
Momentos en familia como éstos están ayudando a David Beckham a olvidarse del duro revés que supuso una lesión en el Talón de Aquiles, que le arrebató la posibilidad de participar en el Mundial de Sudáfrica. Sus hijos y su mujer se han convertido en su mejor apoyo y junto a ella se ha dejado ver en los últimos días por la capital inglesa de compras por las tiendas más exclusivas y cenando en algunos de los restaurantes más selectos.