La esperada imagen de Tiger Woods y Elin Nordegren juntos, tras hacerse públicas las escandalosas infidelidades del golfista, no se ha tomado todavía. Y es que parece que la pareja sigue llevando vidas separadas ya que, mientras que él entrena para su próxima cita deportiva, que será dentro de unos días en Quail Hollow, Elin, en cuanto el caos aéreo europeo se lo ha permitido, ha volado a Suecia con sus dos hijos, Sam y Charlie.
Se ha informado de que Tiger salió esta semana a cenar con unos amigos y después todos se fueron al concierto de Nickelback, donde el deportista bailó y coreó las canciones en el backstage. Su esposa estaría mientras tanto en la casa que adquirió en Faglaro, una pequeña isla de 140 propiedades situada en el espléndido archipiélago de miles de islas entre Estocolmo y el mar Báltico, a la que se accede a través de un ferry que tarda 45 minutos desde Vaxholm, la ciudad donde se crió.
Aunque nada oficial se sabe aún de los insistentes rumores de divorcio que circulan sobre ellos desde que se conociera el escándalo en el mes de noviembre de 2009, un buen amigo del golfista, Donald Trump, se ha mostrado claro al respecto en declaraciones al programa Good Day New York. “¿Quieres que sea franco? Creo que se ha terminado y es muy malo. Él se siente muy mal acerca del tema. Es muy, muy difícil” explicó el magnate. A esto se unen los comentarios que afirman que Elin y su madre visitaron a un abogado antes de poner rumbo a Europa y las voces que, rizando más el rizo, aseguran que será en junio, antes del torneo U. S. Open, cuando se haga pública la noticia. El tiempo dirá.