La lluvia, el frío y unos toros poco dispuestos a colaborar deslucieron la esperada vuelta de Jesulín de Ubrique a los ruedos este fin de semana. Aunque en principio tenía previsto reaparecer hace unos días en Vistalegre, en concreto el pasado día 20 de febrero, una inoportuna lesión en su mano izquierda le obligó a posponer su anunciada vuelta.
Pero su cita en Castellón era ineludible, no sólo porque no quería aplazar más su regreso, sino también por ser la ciudad natal de su mujer, María José Campanario, quien como no podía ser de otra manera no dudó en acompañarle hasta allí. El matrimonio llegaba la noche anterior al hotel NH Doro, situado cerca de la plaza de toros, y donde María José permaneció todo el día siguiente sin acudir a ver a su marido al ruedo.
Después de casi tres años sin ponerse el traje de luces, Jesulín volvió a pisar el albero junto a dos de sus grandes compañeros: Manuel Díaz 'El Cordobés' y Matías Tejela. El primero, a diferencia de Jesulín, sí estuvo acompañado en la plaza por su esposa, Virginia Troconis, que le brindó todo su apoyo desde el tendido junto al resto del público presente en la plaza. Pero Jesulín no pudo brillar como hubiera deseado, debido a que todavía lucía su mano vendada, y todo el protagonismo de la tarde se lo llevó “El Cordobés”, el único que logró cortar una oreja.
Tras la corrida, el torero regresó al hotel donde se reunió con su mujer y los padres de ésta para disfrutar de una agradable velada en un conocido asador. Los suegros de Jesulín se mostraron encantados con que su yerno hubiera regresado a los toros en su ciudad y esperaron pacientemente en el hall del hotel a que la pareja abandonara la habitación para poder acudir juntos a festejarlo. Junto a ellos estuvieron algunos primos y tíos de María José, que quisieron unirse a ellos en la celebración.
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