¿Se imaginan a Naty Abascal con la mantilla de madrina y a Isabel Preysler con la pamela de madre de la novia? Parece sólo una ilusión, pero podría convertirse en una realidad. Y es que, según publica la revista ¡HOLA! esta semana, entre Tamara Falcó y Luis Medina habría surgido algo más fuerte que la simple amistad.
La segunda de las hijas de Isabel y el hijo menor de Naty han comenzado a vivir una relación ilusionante, pero tan incipiente que aún no podemos hablar de nada más que de una bonita pareja que empieza a conocerse mejor, o a conocerse de un modo diferente, ya que son amigos desde muy niños.
Todo ocurrió el 21 de diciembre en Déjate Besar, un local elegante en una céntrica calle de Madrid donde por las noches se reúne la gente guapa de la capital. Es fácil imaginar que el encuentro no fue casual y que tal vez habían quedado para cenar y charlar. También es sencillo imaginar su conversación: la ruptura del noviazgo de ella con Marco Noyer, el final de la historia de amor de él con Alejandra Rojas... El consuelo, las palabras justas, el momento indicado y un sentimiento tal vez ignorado durante mucho tiempo, pero que de pronto asoma las orejas y ya no hay quien lo calle.
Después de esa noche, con la Navidad en ciernes, Luis viajó a Sevilla para estar con su familia y Tamara se quedó en Madrid. Y el fin de año también lo vivieron separados.
Si esto cristaliza nos vamos a encontrar con un tesoro, pues en ellos se unirían las dos “familias reales de la elegancia de España”, encabezadas por esas dos madres espléndidas por las que no pasan los años, pero sí las creaciones de los mejores diseñadores de alta costura, los primeros puestos en las listas de elegantes, las ocasiones fabulosas en las que las hemos visto en la portada de ¡HOLA! y una historia compartida hasta cierto punto, en unas vidas que darían de sobra argumentos para escribir un libro.
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