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Este fin de semana, las calles de la ciudad eterna se han llenado de acento español. Roma tardará mucho tiempo en olvidar la regia boda de Leticia Rato, sobrina del ex Director del FMI Rodrigo Rato. El sábado daba el 'sí, quiero' a su prometido, Ricardo, en la Basílica de San Lorenzo in Lucina, en una ceremonia oficiada por Monseñor Francisco Javier Frojan.
Como una auténtica princesa llegaba al templo en una impresionante carroza tirada por cuatro caballos blancos con penachos del mismo color. Lució un vestido de clara inspiración medieval y sustituyó los tradicionales zapatos de salón por unos altos botines blancos. Completó su atuendo con una diadema de la que prendía un amplio y vaporoso velo.
Acompañándola iba su padre y padrino, Ramón Rato, y su corte de pajes y damitas, entre los cuales se encontraba su sobrino Juan, el hijo menor de Patricia Rato y Juan Antonio Ruiz 'Espartaco'. Leticia descendió del carruaje ayudada por un lacayo, vestido de librea, y por su madre, Felicidad Salazar Simpson, muy elegante con un diseño de Eduardo Ladrón de Guevara -el mismo modisto que eligieron las dos hermanas mayores de la novia, Patricia y Aurora.
Una vez convertidos en marido y mujer, Leticia y Ricardo se trasladaron junto a sus más de 400 invitados al Castillo Odescalchi, donde celebraron el tradicional banquete nupcial. El lugar fue el mismo que Tom Cruise y Katie Holmes eligieron el día de su boda hace tres años. Se trata de un enclave privilegiado, ubicado en una fortaleza medieval situada en Bracciano, a 40 kilómetros de Roma.
Hasta allí se desplazaron los asistentes al enlace, entre quienes estuvieron Rodrigo Rato, Patricia Rato y su marido, el torero Jose Antonio Ruiz 'Espartaco' -acompañados por sus tres hijos, Alejandra, de 17 años, Isabel, de 15, y Juan, de ocho-, el periodista Jaime Peñafiel y su esposa, Carmen, el ex alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano y su mujer, María Eulalia Miró Ramírez y la política del Partido Popular Luisa Fernanda Rudi y su esposo, José Sobrino Ducay.
Imprevistos de última hora
Como todo enlace que se precie, esta boda también tuvo sus anécdotas. Entre el miércoles y el jueves fueron llegando a la capital italiana los invitados al enlace ya que la noche del día 5 de noviembre estaba preparada una fiesta para agasar a los asistentes. El lugar elegido era el Palacio Sacchetti pero por deferencia al delicado estado de salud en que se encontraba el propietario, los novios tuvieron que trasladar la celebración a Villa Aurelia, situada en la colina del Gianicolo, en la zona más alta de Roma. Sin embargo, al día siguiente, los planes siguieron el curso previsto, y los amigos y familiares de los contrayentes pudieron disfrutar de una visita guiada por la Capilla Sixtina.