Gracias a la tecnología, las noticias llegan a todos los rincones del mundo a la velocidad de la luz. Hace dos días, Sarah Obama, la tercera esposa del abuelo keniata del Presidente de Estados Unidos se enteraba de que a su famoso nieto le habían concedido el Premio Nobel de la Paz. Aunque parece que le hizo mucha más ilusión tener entre sus manos el periódico local que se hacía eco de la noticia. El medio no era otro que The Standard on Saturday . Sarah podía leer sentada a la puerta de su casa el titular 'Obama vuelve a hacerlo', lo que hizo que una sonrisa de orgullo y satisfacción iluminara su rostro.
No osbtante, la popularidad de su nieto político no ha cambiado notablemente la vida de Sarah Obama, una mujer sencilla y humilde que vive en la aldea keniata de Kogelo, población que Barack visitó por primera vez hace 20 años. Aunque tampoco se ha quedado al margen de la alegría que ha supuesto su llegada a la Casa Blanca y ahora la concesión de este premio. Tanto es así que calificó el Nobel como "un regalo de Dios".