Elena Benarroch ha celebrado el 30 aniversario de la apertura de su primera tienda, inaugurada en el año 1979 en la ‘milla de oro’ de Madrid. Rodeada de amigos, entre los que figura la periodista Nieves Herrero, y sobre todo acompañada de su marido, el escultor Adolfo Barnatán, Elena, que nos agasajó con jamón procedente de la finca extremeña de su gran amigo Miguel Bosé, nos ha recibido en su despacho y nos ha hecho un recorrido por su trayectoria profesional deteniéndose sobretodo en los momentos más significativos de su vida, entre ellos su papel como madre y abuela.
Elena Benarroch inuguró su primera tienda en Madrid en 1979 gracias al apoyo incondicional de su marido, el escultor argentino Adolfo Barnatán
¿Has planeado una celebración a lo grande con motivo del 30 aniversario de tu tienda?
- No, de momento no. Ahora lo que he querido hacer es reunir a la prensa para enseñarles mi tienda, que ha cambiado mucho a lo largo de estos años. He incluido dos marcas internacionales como Martín Margiela y Walter Steiger, a las que he dedicado un gran espacio, y luego está mi propia colección, donde estoy metiendo el equipo de mi hija, es decir, toda la línea joven que hace que me rejuvenezca.
¿Das muchos consejos a tu hija (Yäel Barnatán) a la hora de diseñar?
- No, que va. Lo maravilloso de mi hija es que tiene una intuición extraordinaria, cierto es, que ha nacido rodeada y arropada por el diseño de pieles, con lo cual esta muy acostumbrada, tiene mucho talento y además le apasiona este mundo. No es porque sea mi hija, pero es la verdad.
Llegaste al mundo de la moda con apenas 20 años, a finales de los 70 ¿Cuál es el secreto para mantenerse siempre arriba?
- Mi secreto se basa en estar permanentemente al día, es decir, no dejarte apalancar, ser muy inconformista, que es lo que yo soy, querer siempre investigar más sobre una materia prima, que al principio me daba algo de respeto y que ya no me da ninguno, y definitiva estar siempre actualizada. Y es que como soy la ‘primera generación’ que comenzó a indagar en el mundo de las pieles -al principio no sabía ni lo que era un visón- he contado con la oportunidad de investigar sobre ellas, que es lo que más me gusta de mi trabajo.
Tras tantos años trabajando ¿consideras que tu día a día se ha convertido en una rutina?
- Jamás he considerado mi trabajo como una rutina, porque siempre estoy incorporando cosas nuevas y me dejo influenciar mucho por las nuevas generaciones. Mis hijos me dan una energía extraordinaria para mantenerme siempre al día y yo creo que ese es el misterio para no caer en la rutina.
¿Te has planteado en algún momento escribir tus memorias?
- Tengo dos memorias pendientes, una que se llama Memorias de una tendera y otra titulada Recetas de La Huerta, porque tengo una casa en el sur que se llama ‘La Huerta’ donde siempre van mis amigos y cocino para ellos y ellos cocinan para mí, por lo que he recopilado muchas especialidades.
¿Y a ninguno de los dos les has puesto el punto y final?
- Están escritos en el ordenador a modo de reflexiones, pero la verdad es que me cuesta mucho escribir porque le tengo mucho respeto a literatura como para dedicarme ‘seriamente’ a escribir.
"Mis hijos son mi fuente de inspiración porque son muy creativos, no solo por lo que hacen sino también por la gente joven de la que se rodean" ha afirmado la diseñadora
Treinta años en el mundo de la moda dan para mucho, te consideras... ¿una revolucionaria? ¿una maestra? o ¿una rebelde de la moda?
- Me considero una persona que ha roto moldes, y es que si de algo me siento orgullosa es de haber roto con una tradición. Antes las pieles eran un status social, y hoy en día no, primero porque hay pieles accesibles a todo el mundo, otras que no lo son, evidentemente, pero que también el hecho de trabajarlas de una manera muy especial y basándome en la utilidad - que no sean prendas para guardar en un armario- hace que me sienta que he roto con algo.
¿Cuál ha sido la mejor época de tu vida?
- Ha habido muchas, pero esta concretamente es muy especial. Primero porque me estoy dedicando a hacer cosas paralelas al mundo de la moda, como es participar en fundaciones, entre ellas la Fundación de Ángela Navarro dedicada a dar respuesta a pacientes que sufren algún tipo de deterioro físico, también participo en una revista americana, me interesa mucho la West-East Divan Orchestra un proyecto ideado por el músico Daniel Barenboim para reunir a jóvenes talentos musicales palestinos, árabes e israelíes y además estoy preparando el vestuario de dos operas para el año 2012, entre otras muchas cosas. Todo eso en el ámbito profesional y en cuanto al personal, lo mejor de mi vida actual, son mis nietos.
Tu hija Yäel acaba de dar a luz a su segundo hijo ¿verdad?
- Sí, acabo de convertirme en abuela por segunda vez. Tengo una nieta de un año y medio y un nieto de tres meses, y ser abuela es algo maravilloso.
¿En que te has inspirado para crear la nueva colección que conmemora tu 30 aniversario?
- Mis hijos son mi fuente de inspiración porque son muy creativos, no solo por lo que hacen- su hijo se dedica a la producción cinematográfica y su hija al mundo del teatro y sobretodo al de la moda- sino también por la gente joven de la que se rodean, gente que me cuenta lo que está funcionando y lo que se lleva.
¿Cuál es la prenda que más se llevará este otoño?
- La piel está muy de moda. En todas las colecciones que se han presentado esta temporada la piel está integrada en los diseños, por eso me resulta muy difícil decantarme por una prenda en concreto.
En época de crisis ¿Se ve más afectada la venta de pieles?
- La venta en concreto de la piel se ve afectada por la crisis igual que se ve afectada la del jamón o la de la venta de abrigos, exactamente igual. Existe una crisis mundial que afecta a todos y de la que espero que salgamos pronto. Esta es la tercera crisis por la que paso, así que está también la superaremos.
Durante este verano se ha rumoreado que tu marido y tú habría puesto fin a 35 años de matrimonio ¿Es cierto?
- Como has podido ver él está aquí conmigo. Mi vida es mi vida, no me gusta entrar en ese tipo de rumores. Nos llevamos estupendamente y aquí estamos celebrando juntos esta fecha tan significativa, no merece la pena ni contestar.