Rafa Nadal ha vuelto a coger una raqueta en un Grand Slam, después de estar dos meses apartado de las pistas de tenis a causa de una tendinitis en sus rodillas. Parece que la rehabilitación que ha estado haciendo este verano ha dado buenos resultados y se ha estrenado con una victoria ante el francés Richard Gasquet, por 6-2, 6-2 y 6-3, en el Abierto de Estados Unidos que se celebra en Nueva York y una de las citas más importantes del calendario del tenis.
En las gradas y muy pendiente de cada uno de sus gestos y sus movimientos, ha estado su inseparable novia, Xisca Perelló, que se ha convertido este verano en el mayor apoyo del tenista, quien, además intentar superar esta lesión y, como consecuencia, haber pasado de ser el número uno del mundo al número tres, ha tenido que hacer frente a la separación de sus padres. Con unas grandes gafas de sol y una sonrisa con la que demostraba lo orgullosa que está de su esfuerzo por recuperarse, la novia del Nadal estuvo animándolo durante la hora y cuarenta minutos que duró el partido y seguro que volveremos a verla en el siguiente, que será hoy viernes ante el alemán Nicolás Kiefer.
Este verano Rafa ha estado en Mallorca volcado en su rehabilitación y siempre acompañado por Xisca, con quien le hemos visto varios días en una embarcación y practicando deportes acuáticos, aunque con un gesto más serio que años anteriores.
Ahora el manacorí tiene que volver a ponerse en forma, ya que asegura que estos meses apartado de la competición se notan bastante, ya que el resto de sus compañeros están al cien por cien y él no, aunque llegó acuartos de final en el Masters de Montreal que se celebró a mediados de agosto. “Me encuentro fresco, más que nunca en este torneo, aunque no sé si este descanso me favorecerá”, comentó Nadal después del partido. En lo que queda de temporada su máxima será volver a recuperar el puesto de número uno del tenis, que actualmente ostenta Roger Federer.